Rachel Rader, médica en el centro médico regional de Davis, ha informado sobre el peligro de usar continuamente el agua oxigenada para curar las heridas. "Aunque se cree que el peróxido de carbono es un buen antiséptico de primeros auxilios, la controversia sigue siendo lo beneficioso que es a largo plazo", aclara la doctora.
Después de varios años de estudio han conseguido esclarecer que el uso de este químico puede destruir células sanas y, por lo tanto, afectar a la cicatrización de heridas. Se recomienda que no se use de manera frecuente ni a largo plazo.
En la investigación han demostrado que en su baja concentración, el perióxido de hidrógeno comienza una acción que produce burbujas en la herida,. Esto ayuda a eliminar los restos que hay y trabaja para matar las células bacterianas al destruir sus paredes celulares.
La Academia Americana de Dermatología también aconseja que no se eche agua oxigenada directamente en la herida abierta porque al hacer esto el químico daña el tejido. El picor que notamos es una señal de que la sustancia está dañando las células de nuestra piel.
Ken Jennigs, el autor de el 'Manual para padres quisquillosos', aconseja que no se sople en las heridas porque eso hace que las bacterias que tenemos en la boca se transpasen a la herida. "Los médicos afirman que lo mejor es rociar en la herida agua: el monóxido de dihidrógeno, excelente a la hora de prevenir infecciones y potenciar la cicatrización. La mayoría de las personas lo conoce como agua", advierte
A pesar de esta información, el compuesto químico sigue teniendo numerosos beneficios y sigue siendo efectivo. Aunque con el paso del tiempo y el desarrollo de la medicina se han encontrado otras muchas medicinas capaces de curar de una mejor manera las heridas.
"Los beneficios no compensan los riesgos"
La doctora Rachel Rader expuso que, según su opinión clínica, el uso de este producto no merece la pena, ya que conlleva más riesgos que beneficios. Según narra, el perióxido puede dañar las células de la piel y la angiogénesis, que es el proceso de formación de nuevos vasos. Rader expone cómo a lo largo de su carrera ha observado heridas complejas y crónicas, y ha tenido que determinar la causa por la que la herida no mejoraba o se retrasaba la curación de la herida.
Para los pacientes diabéticos esta situación se complica, las posibilidades de curación son menores y más complejas. El uso del agua oxigena en estos casos es aún más peligroso por el tiempo que tarda en cicatrizarse la lesión, lo que puede causar diversos problemas e incluso la pérdida de extremidades, según ha declarado la doctora.
Además, aquellas personas que toman ciertos tipos de medicamentos, tienen diferentes transtornos o artritis es más probable que tengas problemas para curar la herida y conseguir que se cierre. La doctora insiste en que limpiar las heridas con agua y jabón de manera suave e inmediatamente después de la lesión es la mejor opción. Se aconseja utilizar suero fisiológico por su poder de arrastre, en caso de no tener se puede usar jabón liquido neutro.