Cerveza, ¡dulce néctar de los dioses! Qué mejor que un botellín o una jarra bien fría para pasar una tarde calurosa o una agradable reunión de amigos o familiar. Una de las bebidas alcohólicas por excelencia en nuestro país; de hecho, España es el mayor consumidor del mundo junto a Eslovaquia. El 90,3 % del consumo de cerveza se realiza en bares, restaurantes o cafeterías por la tarde, en aperitivos o en la comida, según la agencia Wavemaker.
Si se mira el consumo de cerveza por zonas en España, en primer lugar, se encuentran Andalucía, el sur de Extremadura, Ceuta y Melilla (con un 23 % de las ventas); en segundo lugar, el centro peninsular (con un 22 %); y, en tercer lugar, el noroeste peninsular e Islas Baleares (con el 20 %). El turismo es el motor principal para que se dispare el consumo de cerveza en estas zonas o regiones.
El sol el gran enemigo
El botellín, litrona o tercio esuna de las formas más extendidas para consumir la cerveza con o sin alcohol por su fácil manejo y transporte. Ahora, es posible que más de alguna vez te hayas preguntado o comentado con los colegas por qué tiene suele tener en la gran mayoría de ocasiones ese color marrón oscuro. Bueno, pues ahí una respuesta para ello.
Hay una gran razón y es que a la cerveza, amigos, no le sienta nada bien tomar el sol, lo que explica ese vidrio color marrón. Una larga exposición a los rayos del sol hará que la cerveza comience a oler y saber mal. Esta contaminación lumínica hace que se genere una reacción química que altera la composición de las moléculas de algunos derivados del lúpulo, uno de los principales ingredientes de la cerveza. El marrón reduce el espectro electromagnético de la luz, y, de ahí, el uso de ese color