¿Recuerdas aquella vez que montaste en aquel enorme avión rojo? ¿Y esa otra en la que montaste en uno con las alas verdes? No lo recuerdas, ¿verdad? Y eso es porque, aunque no nos hemos parado a pensarlo, los aviones casi siempre son blancos.
Al margen de algún logo o distintivo de cada aerolínea, lo cierto es que el color blanco es el que recubre todos los aviones por varios motivos. Uno de ellos es porque refleja la luz del sol, por lo que ayuda a mantener la cabina fresca y minimiza cualquier daño que esta radiación pueda ocasionar.
Otra de las razones es bastante sencilla y a la vez comprensible: el color blanco se deteriora más lentamente, por lo que su mantenimiento es más fácil y más barato. Puede parecer que no pintar el fuselaje sea aún más económico, pero el tono metálico de la cabina hace que el avión esté más desprotegido, sufra más desgaste y haya que pulirlo a menudo.
El color blanco es poco agradecido, pues se ensucia rápido. Pero, en este caso, es un beneficio para la seguridad del avión, pues así se pueden notar más fácilmente las roturas, abolladuras o grietas que pueda tener el fuselaje.
Color blanco para que el avión gaste menos combustible
Según explica a Business Insider John Hansman, profesor de aeronáutica del Instituto Tecnológico de Massachusetts, los materiales con los que están construidos los aviones están pensados para hacer que sean lo más ligeros posible y así consuman menos combustible. "Cuanto más fría sea la pintura que protege el exterior, se requerirá menos enfriamiento del interior, lo cual se traduce en menos gasto", añadió el catedrático.
La pintura termina por restar ligereza al avión y, teniendo en cuenta la cantidad de botes que se necesitan para recubrirlo todo, añadir más colores o capas supondría un peso mucho mayor.
Aerolíneas de colores
Lo cierto es que existe algún ejemplo de aeronaves pintadas de otro color, como el Boeing 777-300ER negro de Air New Zealand o el Airbus A320-232 de color morado de la aerolínea islandesa WOW Air. Aun así, son caros de pintar y de mantener y este tipo de decoraciones ostentosas suelen limitarse a estrategias promocionales.