Raquel, la mujer de 54 años encontrada muerta en extrañas circunstancias el domingo en su chalé de Villalbilla (Madrid), y su marido César eran feligreses de los Haré Krishna. La famosa entidad religiosa de origen hindú tiene en Brihuega, Guadalajara, la comunidad más grande de España.
Y ahí la tragedia no ha pasado desapercibida. Le conocían a él y la recordaban a ella. Aunque no estaban asociados directamente a la finca manchega, sí que llevaban los "últimos dos años" frecuentando el centro del movimiento en Madrid.
El diario El Español publicó el pasado fin de semana un extenso reportaje sobre la vida en la finca de la Alcarria donde residen permanentemente decenas de personas en conciencia con Krishna.
Es un miembro de esta comunidad quien afirma a dicho periódico que la fallecida y su pareja se habían iniciado en esta fe religiosa.
"Ellos tenían cierto contacto con nuestro centro de Madrid, como feligreses y colaboraban de vez en cuando en labores de voluntariado", explica.
Hace unos días, esta misma persona recibió un "mensaje de WhatsApp preguntando si ella había venido por nuestra finca de Brihuega porque había desparecido de casa desde hace unos días y la Policía estaba buscándola".
Raquel desaparecida el 31 de agosto en la localidad madrileña
César fue quien denunció la desaparición. Hoy está detenido en una causa que ha recaído sobre el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Alcalá de Henares, al tiempo que el Ministerio de Igualdad recaba datos sobre el posible crimen machista.
Tras el aviso del marido, la Asociación SOS Desaparecidos y el Centro Nacional de Desaparecidos lanzaron la alerta para intentar dar con el paradero de la mujer.
Buscan a Brianny, una menor de 14 años desaparecida en Alcobendas hace seis días: piden colaboración ciudadana.
César denunció ante la Guardia Civil que, el día de la desaparición, Raquel había salido de Villalbilla para visitar a su madre en Griñón, otro pueblo madrileño. Pero no había regresado al domicilio de Villalbilla, situado en la Avenida del Romero.
Al parecer, esa visita a su progenitora nunca se produjo. Los agentes comenzaron las pesquisas y terminaron encontrando el cuerpo sin vida de la feligresa en una habitación cerrada de su casa e insonorizada. Una especie de zulo.
El cadáver estaba tendido en la cama. Tenía espuma en la boca y había blísteres de pastillas cerca. La mujer no presentaba signos de violencia y la principal hipótesis es que podría haber muerto por una sobredosis, detallan fuentes judiciales a este diario.
No está claro si el marido participó o no en el fallecimiento de Raquel y se están recabando otras pruebas para dilucidar este extremo. Pero lo detuvieron el mismo domingo cuando intentó huir del hogar al ver a los agentes. Según informa Efe, la mujer había tenido dos episodios de intento de suicidio anteriores a su desaparición.
"Raros y amables"
Ni César, de 60 años, ni Raquel figuraban en el sistema VioGén. No tenían hijos en común y él ya había estado casado con otra pareja en el pasado. Ambos se habían comprado su casa acomodada de Villalbina "poco antes de la pandemia", indican los vecinos consultados.
En declaraciones a Madrid Total, en el vecindario repiten un adjetivo para describirlos: eran "raros". A ella la perfilan como una persona "muy callada" y "reservada". Y a él, como un hombre "muy cortante". Eso sí, los dos eran "amables" y había señales de que hubiera una posible relación de maltrato, según los testimonios vecinales recabados.
"Espero que la policía y los médicos aclaren pronto qué ha sucedido. Lamento mucho el fallecimiento de Raquel y comparto el dolor de sus familiares y personas más cercanas, a las que les mando mi afecto y mi apoyo para lo que esté en mi mano", manifiesta el citado miembro de los Haré Krishna de Brihuega, el mismo que recuerda cómo César y Raquel se iniciaron en el movimiento de la mano de un monje hindú ya fallecido.