Robert Sylvester Kelly, la estrella del R&B de los noventa bajo el nombre artístico de R. Kelly, ha sido condenado a 30 años de prisión nueve meses después de ser declarado culpable por abusar sexualmente de varias mujeres y menores de edad. En el proceso, que se prolongó seis semanas, decenas de personas testificaron en su contra.
Kelly, de 55 años, fue declarado culpable en un juicio celebrado en septiembre de 2021, en el que numerosos testimonios sacaron a la luz no solo los abusos sexuales, sino la trama delictiva organizada para procurarle víctimas.
El ganador de varios discos de platino y de un Grammy a principios de la década de 2000 por la canción 'I Believe I Can Fly' "explotó su fama y su riqueza para atraer con fines sexuales a mujeres y a niñas", según ha considerado demostrado un tribunal federal de Brooklyn.
BREAKING: R&B singer R. Kelly has been sentenced to 30 years in prison for using his superstardom to subject young fans — some just children — to systematic sexual abuse. https://t.co/63L9C6w8xq
— The Associated Press (@AP) June 29, 2022
El juicio duró seis semanas en las que la Fiscalía interrogó a varias mujeres que acusan al artista de abusos sexuales y a 45 testigos, algunos de los cuales detallaron un patrón continuo de coacciones y abusos.
"R. Kelly es el peor depredador sexual que he visto durante mi larga carrera profesional. Para empezar, usó su poder y estatus de celebridad para reclutar a menores vulnerables con el objetivo de abusar de ellas sexualmente", denunció la abogada de tres de las víctimas, Gloria Allred.
La sentencia
Los fiscales le habían pedido al juez que sentenciara a Kelly a más de 25 años tras las rejas, mientras que sus abogados defensores pidieron 10 o menos, diciendo que la solicitud de los fiscales era "equivalente a cadena perpetua".
El cantante lleva en prisión desde julio de 2019. La primera vez que fue juzgado se negó a testificar y en este último juicio ha vuelto a negarse. Las mujeres que sí testificaron describieron cómo las asaltaba sexualmente entre bambalinas minutos después de los conciertos.
Además de los cargos federales que afronta en Nueva York y Chicago, Kelly es objeto de acusaciones a nivel estatal en Illinois y Minnesota.