Mariano Rajoy pactó con la líder británica Theresa May la realización de varios seguimientos al expresident Puigdemont en Bruselas. La investigación fue realizada por parte de los servicios secretos británicos, el MI6 y se concretó en el encuentro entre ambos líderes celebrado el pasado día 5 de diciembre en el número 10 de Downing Street.
El espionaje a Puigdemont corrió a cargo de las instituciones británicas en todo momento y tuvo la finalidad de proteger su integridad física. En Moncloa consideraron que cualquier incidente que sufriera Puigdemont en Bruselas podría dañar la imagen del Gobierno, tal y como han reconocido fuentes del CNI a OKDiario.
Los seguimientos no fueron realizados por el CNI siguiendo la consigna de la vicepresidenta, que no quiso realizar una intervención directa en la capital belga. Santamaría, de quien depende el servicio de Inteligencia, reconoce que cualquier intervención podría generar tensiones con el Ejecutivo de Bruselas, por lo que ha preferido mantener un cierto margen de distancia.
Los detalles de este acuerdo y de la vía de aplicación han sido cerrados por el secretario de Estado del CNI, Féliz Sanz Roldán y el director del Servicio Británico de Inteligencia, Alex Younger. Ambos se han reunido o tienen previsto reunirse en la sede del MI6 en Vauxall Cross, junto al Támesis londinense.
Protección frente a los ciberataques rusos
La colaboración firmada entre los Servicios Secretos españoles y británicos incluye también una vía para defenderse de manera efectiva de los ciberataques procedentes de Rusia contra los intereses de los gobiernos occidentales.
Londres cuenta con uno de los mejores servicios secretos y ha destacado en su lucha contra los ataques a través de internet. De hecho, La Moncloa cree que los hackers pueden intervenir la campaña catalana e, incluso, llegar a manipular los datos recogidos durante el recuento.
Inglaterra ya ha sido víctima de este tipo de ataques durante la campaña del referéndum por el Brexit. El MI6 ejerció un papel fundamental para reducir y, en ocasiones, evitar su impacto.
En más de una ocasión se ha mencionado el interés de Rusia en Cataluña para legitimar su conflicto en el este de Ucrania y debilitar a la Unión Europea en virtud de aumentar su relevancia a nivel internacional.
Facilitar las relaciones económicas
La contraprestación a este pacto entre servicios secretos llega a través de la economía y su incidencia en el Brexit. Londres sabe que su salida de la UE generará una especie de aislamiento económico que puede debilitar su economía y relaciones comerciales.
Además, Gibraltar cuenta con un peso especial. Madrid ya ha dejado entrever que cualquier gestión en la zona deberá de contar con la aprobación de España después de que Londres deje de tener cualquier capacidad de influencia en la Unión Europea.
Bruselas puede dejar de ocultar su predilección por España en este asunto, puesto que defenderá a un miembro del eurogrupo frente a un país extranjero que ya no forma parte del club.
Por ello, La Moncloa facilitará las gestiones de Inglaterra en Gibraltar, un buen enclave estratégico para Londres por su posición de cierre del Mediterráneo.
