Tras varios meses de negociaciones, el gobierno de Mariano Rajoy (PP) se encontraba en disposición de aprobar sus propios presupuestos. Para ello había sido imprescindible el apoyo de Nueva Canarias y del PNV, dos formaciones regionalistas que han conseguido generosas partidas para sus poblaciones.
Sin embargo, en el momento crítico, cuando todo estaba hecho, y cuando ya solo faltaba el trámite más sencillo.... va Rajoy y se equivoca. Tal cual: Rajoy ha votado en contra de sus propios presupuestos después de defenderlos. Y no porque haya cambiado de parecer: el mandatario se equivocó al pulsar el botón.
El fallo llama la atención porque, precisamente, la dirección del grupo popular había brindado varias instrucciones para que se votase en bloque a favor de las cuentas aprobadas finalmente por el Congreso de los Diputados.
Y es que, para tranquilidad del presidente, la enmienda que votó en contra por equivocación no tendrá ningún tipo de consecuencia: se trataba de una enmienda que había apoyado la gran mayoría de la cámara. Precisamente el único voto en contra de todo el Parlamento fue el del presidente, que ha reconocido ya su error y ha pedido disculpas.
La aprobación de los presupuestos ha contado con una contada mayoría en la Cámara. Muestra de ello ha sido la presencia de la diputada de Coalición Canaria, Ana Oramas, que se ha visto obligada a acudir al pleno de la votación pese a que su padre había fallecido el lunes.
Dos sillones partidos por la mitad
Junto al voto fallido de Rajoy, la otra nota de color de la jornada ha llegado cuando al diputado de Ciudadanos, Toni Roldán, se le ha partido por la mitad el sillón en el que se encontraba votando.
El diputado ha intentado permanecer de pie aparentando dignidad mientras que sus compañeros de bancada no podía evitar las carcajadas por todo lo que estaba sucediendo. "He pensado que era importante visualizar que en mi partido no sentimos ningún apego por los sillones", ha relatado en un mensaje publicado en redes sociales.
Por otro lado, el diputado popular Jesús Postigo también se ha visto con el mismo problema, por lo que la dirección del Congreso debería plantearse renovar todas los sillones en los que se sientan nuestros diputados. "Señorías, esto no es un circo", dijo la presidenta del Congreso, Ana Pastor, ante todo lo que estaba sucediendo. Unos presupuestos que han salido aprobados por muy poco.
