A pesar de que el excomisario José Manuel Villarejo se encuentre en prisión, sus grabaciones siguen dando que hablar y todavía forman parte de diferentes procesos judiciales. El entorno de María Dolores de Cospedal está siendo protagonista de estos audios: si primero salieron a la luz las conversaciones de su marido, Ignacio López del Hierro, y luego las de ella, ahora es Mariano Rajoy quien aparece en las charlas con Villarejo.
Un día después de que López de Hierro y Villarejo se reunieran con Cospedal en una planta privada de la sede del PP en la calle Génova, Madrid, se dio una llamada telefónica entre los dos primeros para saber si Cospedal estaba de acuerdo con las informaciones reveladas.
Villarejo pregunta a López de Hierro si su nuevo "socio", refiriéndose a Cospedal, había tenido una buena "impresión", a lo que el marido de la secretaria general del PP contestó que sí, y no sólo ella, sino también Rajoy estaba conforme: "La suya y la de su jefe, que también le comentó el negocio a su jefe, como es normal".
"Ah, muy bien. Y entendió la cosa, ¿no?", preguntó Villarejo, a lo que el marido de Cospedal afirmó que "su jefe está de acuerdo en que se desarrolle esa línea de actuación". Villarejo creía que era lógico que estuviera conforme: "Me parece que es lo más coherente. Hombre, procurando dar unos días de margen para que no se vea un poco que la estrategia empresarial va por... Pero yo creo que ese es el criterio más coherente".
María Dolores de Cospedal era por aquel entonces secretaria general del PP, y su único "jefe" era el presidente del partido, Mariano Rajoy. En el año 2009, cuando se daban los audios, estaba en pleno auge el caso Gürtel, por lo que la conversación entre Villarejo y López de Hierro desvelaría que Rajoy estaba de acuerdo con espiar a Javier Arenas o al hermano de Alfredo Pérez Rubalcaba.
Cospedal dimite parcialmente tras las revelaciones de los audios
A Cospedal le han pasado factura estar conversaciones de 2009, pues, tras revelarse recientemente los audios entre ambos, ha tenido que dimitir del Comité Ejecutivo del PP, aunque mantiene su escaño. Su renuncia parcial, que podría estar forzada por Pablo Casado, limita sus responsabilidades en la cúpula del PP, pero revelan su intención de no desvincularse de su condición política.
Estos audios deberían inhabilitar el futuro de la expresidenta de Castilla La Mancha, pues desvelan que estaba al tanto de ciertos chanchullos políticos del caso Gürtel y encargaba ciertos trabajos al comisario Villarejo para interferir en los procesos judiciales que salpicaban al PP.