La activación del artículo 155 y la intervención de la Generalitat en cumplimiento de la Constitución, ha supuesto todo un vuelco en las formaciones soberanistas que proclamaron la DUI en el Parlament. En este giro de timón destaca ERC, relegada a tercera fuerza política y que ahora apuesta por volver a la senda de la legalidad para recuperar la acción de Gobierno.
Los republicanos temen seguir los pasos de su líder, Oriol Junqueras, que permanece en prisión preventiva por los delitos de rebelión, sedición y malversación de caudales públicos.
Esta grieta entre la lista de Puigdemont y ERC se ha evidenciado especialmente en la organización de un pleno de investidura. Puigdemont pidió a Roger Torrent (republicano y líder del parlamento autonómico) el cambio del reglamento para favorecer una investidura telemática.
Torrent se opuso, por lo que los planes de Puigdemont pasaron por obtener una especie de inmunidad que tampoco fue concedida. No hay que olvidar que, de cambiar los reglamentos saltándose la ley, el propio presidente podría seguir los pasos de su antecesora, la también republicana Carme Forcadell.
En mitad de estas malas relaciones, La Moncloa ha aprovechado para mostrar un apoyo inusual: consideran que ERC es la formación soberanista que mejor está actuando en estos momentos y, por ello, no han dudado en mostrar su opinión.
"ERC es un partido con 100 años frente a un movimiento humano con 100 días de vida", ha asegurado una fuente del entorno de Rajoy en declaraciones a El Español. Se trata de un menosprecio a la candidatura de un Puigdemont que tambalea entre la renuncia y el mantenimiento del liderazgo en función del día.
Desgastar a Ciudadanos
Sin embargo, desde el Gobierno no se ha mostrado incomodidad con el actual bloqueo catalán. El PP cuenta con 4 escaños en el Parlament, por lo que parece bastante obvio su incapacidad para llevar la iniciativa y sufrir la responsabilidad de la parálisis política. "Los tiempos los marcan ellos"; afirman fuentes del entorno de Rajoy.
Además, en plena guerra encarnizada con Ciudadanos, los populares no han dudado en culpar a Inés Arrimadas a la hora de no presentarse como posible lideresa de la Generalitat. La candidata de Ciudadanos ganó las elecciones, pero no cuenta con los apoyos suficientes, por lo que quedaría en muy mal lugar en el caso de que se presentase a la Generalitat a sabiendas de su derrota: la mejor escenificación de su victoria sin efectos y el desgaste de imagen de la formación naranja.
El entorno de Rajoy: "Ahora gobernamos nosotros"
Mientras tanto, en ERC urgen a la lista de Puigdmemont a iniciar inmediatamente un gobierno de coalición que termine con la intervención desde Madrid. El Gobierno de Rajoy lleva las riendas de la Generalitat semana tras semana a través de un Consejo de Ministros Extraordinario, que ha permitido que, por ejemplo, los funcionarios recuperen el 20% de las pagas extras que fueron retiradas por los gobiernos independentistas.
En La Moncloa, por tanto, se gestiona la Generalitat y de una manera política. "Ahora gobernamos nosotros", han destacado fuentes del entorno de Rajoy. Gran parte de los barones populares están forzando a Rajoy a abandonar su perfil técnico para recuperar el apoyo del electorado de centro-derecha que ahora le está arrebatando Ciudadanos.
Por ello, quizás, el ministro portavoz y titular de Educación Íñigo Méndez de Vigo propuso garantizar que se cumple la ley en Cataluña que permite que los niños eligan su lengua vehicular en las escuelas. Algo que no gusta en los grupos nacionalistas; que reclaman la formación inmediata de un gobierno que no contaría con la presencia de Puigdemont.
¿Elsa Artadi será la próxima presidenta de la Generalitat? Por el momento todo apunta a ello: es la mano derecha de Puigdemont y cumplirá con gran parte de sus exigencias. Sin embargo, será la escenificación de la derrota del procés. Si no se garantiza esa investidura, la repetición de elecciones podría suponer un soplo de aire fresco para el arco constitucionalista, que se siente fuerte tras la victoria de Inés Arrimadas.
