En mitad de la adjudicación de la parcela de Arganda del Rey a Martinsa, conocido como el 'pelotazo de Arganda', ya había levantado las sospechas de algunos compañeros del partido.
El propio Rajoy, supuestamente conocedor del cobro de mordidas en estos contratos, optó por llamar a la expresidenta madrileña, Esperanza Aguirre, para advertirle: "Haz caso del paleto de Valdemoro (Francisco Granados) y no al sinvergüenza que tienes de vicepresidente (Ignacio González)".
A pesar de las advertencias del presidente del Gobierno, reconocido enemigo dentro de las guerras internas entre las familias del PP, la expresidenta Aguirre no movió ficha: precisamente, aumentó su confianza en González hasta nombrarle como sucesor al frente de la Comunidad de Madrid.
La conversación sale ahora a la luz gracias a la declaración del propio Francisco Granados, que asegura que la propia Aguirre se lo comentó en una reunión entre ambos.
El asunto que protagonizó este intercambio de palabras, se remite a la concesión de una parcela cuya adjucación se había ordenado parar a Ignacio González. El entonces vicepresidente no paró los trámites y aseguró que había "llegado tarde" para haber cambiado los mecanismos de adjudicación.
La parcela terminó en manos de Martinsa, liderada por Fernando Martín, y cuya adjudicación se realizó en noviembre de 2004, solo un año después de haber ganado las elecciones. Los rumores de que el contrato se amañó y que la entrega de la parcela se había pactado de antemano, habían sido una constante en Génova, aunque nadie optó por denunciarlo ante la Justicia.
Ante estos hechos, Aguirre aseguró mostrarse sorprendida, ya que dijo que no comprendía por qué González no había escuchado sus advertencias y las del propio Rajoy. Sin embargo, su confianza con González continuó creciendo.
Precio por concurso
Los investigadores han destacado que la adjudicación de la parcela del 'pelotazo de Arganda' se hizo a través de un contrato amañado. La decisión de convocar un concurso permite que se puedan valorar otras series de cuestiones y no únicamente el precio. En este caso, los pliegos se pueden modificar con una serie de requisitos únicamente dirigidos al beneficio de una empresa.
El cambio en la gestión de estos terrenos fue análogo en Majadahonda. En este último caso, el responsable fue Francisco Granados, aunque sí cambió el contrato a subasta cuando fue advertido desde Génova.
Los investigadores consideran que el famoso ático de Marbella pudo constituir una contraprestación ante la cesión de este contrato. La venta de los terrenos, además, incluía la construcción de una serie de viviendas protegidas cuyo régimen, finalmente, se modificó.
Gracias a esta última gestión, Martinsa tuvo la oportunidad de vender las viviendas a precio de mercado, lo que generó una serie de plusvalías de las que supuestamente se beneficiaron algunos cargos del partido. Por ejemplo, el supuesto cabecilla de la Gürtel, Francisco Correa, que amasó hast a 12 millones de comisión solo por esta operación.