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Política

Rajoy afronta su declaración por la trama Gürtel "con la conciencia tranquila"

El presidente del Gobierno afirma que su única relación con Correa fue para expulsarle del partido.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tiene previsto comparecer ante la Justicia durante la jornada del próximo miércoles 26 de julio para testificar por el juicio de la trama Gürtel.

El mandatario está recabando todo tipo de información con el fin de evitar palabras del estilo "no me consta" que tanto han sido recordadas en otros casos como los de Ana Mato o Esperanza Aguirre. Según informa El Mundo, el presidente tiene la intención de limpiar su imagen con estas declaraciones y enterrar todo tipo de sospecha sobre sus vinculaciones por G¨urtel.

Según se ha planificado desde Génova, la declaración intentará demostrar que la única conexión entre Rajoy y el cabecilla de la trama de corrupción se basó en que el presidente le apartó de todos sus cargos.

Rajoy aceptará que fue él quien dirigió las campañas electorales de Aznar en 1996 y 2000, pero no otras municipales como las de Majadahonda y Pozuelo de Alarcón (ambas en Madrid) en 2003, que son el epicentro de las investigaciones.

Por otro lado, su estrategia intentará enfocarse en el hecho de que, si bien él dirigió las campañas electorales, en ningún momento manejó las cuentas, por lo que su único posible delito podría ser como partícipe a título lucrativo, ya que él se benefició del dinero obtenido ilegalmente para sus campañas, pero desconocía en todo momento su procedencia ilícita.

El presidente tiene la intención de negar cualquier vinculación con Francisco Correa
"El presidente tiene la intención de negar cualquier vinculación con Francisco Correa"

Por ello, desde la sede popular afrontan con tranquilidad esta declaración en el sentido judicial. La han considerado, literamente, como un "bluf", aunque preocupa más el trato mediático y político que se brindará a esta declaración y la manera de afrontarlo.

La estrategia en este sentido se basará en demostrar que Rajoy no ha sido el único presidente del Gobierno en declarar ante un juez en ejercicio de sus funciones a lo largo de la historia internacional. Y para ello se referirán a los casos de Lionel Jospin en 2001 en Francia, cuando declaró por la supuesta financiación irregular del PS francés, o la de David Cameron, que acudió al tribunal en 2012 por las escuchas al diario News of the World.

En todo este maremágnun, el presidente asegura que afronta su declaración con la conciencia tranquila, tal y como aseguró en un encuentro con los periodistas en Lleida. "Será un arañazo en la chapa, pero no tocará el motor", afirman fuentes de La Moncloa al diario ABC.

De esta forma, el presidente declarará por segunda vez por un presunto caso de corrupción, después de que tuviera que acudir al Parlamento en un Pleno muy complicado para dar buena cuenta de toda su relación con Luis Bárcenas y sus chanchullos en la financiación irregular del PP.

El mandatario intentó afrontar su declaración por videoconferencia, pero finalmente el juez le obligó a acudir a sede judicial. Desde el PP han intentado por todos los medios que el presidente declare desde un lugar que le diferencie claramente de la tribuna de acusados, algo que finalmente se ha conseguido.

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