Tras el reconocido "Luis, sé fuerte", Mariano Rajoy se vuelve a ver inmerso en un nuevo escándalo a cuenta de sus mensajes en privado con un político de su partido inmerso en un escándalo de corrupción.
El caso está relacionado con el estallido de la Trama Gürtel en 2011, que implicó el destierro de Paco Granados del gobierno de la Comunidad de Madrid, así como de la formación regional.
Este hecho llevó a que el mismo Rajoy, supuestamente, buscara un respuesto para el antiguo mano izquierda de Aguirre: "Estate tranquilo", escribió el presidente, tras animarle a que aceptase su ofrecimiento para convertirse en senador.
En el marco de las investigaciones, el propio Granados ha aprovechado para recalcar que "fue Rajoy y no Esperanza Aguirre quien descubrió la Gürtel". El antiguo secretario general de la formación madrileña señala que los hechos se produjeron "en 2007 y 2008", lo que implicaría que el presidente escondió la trama de corrupción durante más de tres años.
En palabras de Granados, la propia Aguirre tuvo conocimiento de las corruptelas en su gobierno tras una conversación con Mariano Rajoy: "Fíate del paleto de Valdemoro (Granados) y no del sinvergüenza de tu nº 2 (Ignacio González)".
Las palabras toman especial relevancia por el momento en el que fueron pronunciadas, según Granados: la venta con sobrecostes y concursos amañados en Arganda y Majadahonda que dio estallido a la Gürtel.
Rajoy tuvo constancia de estos hechos después de que un empresario le comentase la existencia de concesiones de terrenos pactadas previamente con los distintos ayuntamientos. Ignacio González manejaba el chanchullo en Arganda y Francisco Granados en Majadahonda.
Tras esta conversación, Aguirre pidió la paralización de estos contratos a Granados y González. Sin embargo, solo el primero lo aceptó: el sucesor de Aguirre aseguró que los trámites eran irreversibles y continuó con la concesión a Martinsa-Fadesa. El juez, en virtud de las investigaciones por el pelotazo de Arganda, cree firmemente que ese contrato fue el principal motivo por el que la constructora pagó el famoso ático de Marbella.
En cuanto a Granados, su decisión de paralizar los contratos llevó a la destitución del exregidor Guillermo Ortega y los concejales Juan José Moreno y José Luis Peñas, que "estaban en el ajo". Quizás esa circunstancia llevó a Peñas a grabar todas las conversaciones de Granados y a presentar las cintas ante la Fiscalía Anticorrupción. Ese fue el estallido público del caso.
La salida de Granados del gobierno de Aguirre no fue especialmente sencilla. La expresidenta anunció en privado que no podía seguir como secretario general, a lo que Granados buscó una salida digna, pidiendo cambiar la declaración del cese como "dimisión". Aguirre lo rechazó porque tenía la intención de escenificar el cese ante la prensa. Posteriormente, la exlideresa ha utilizado estos hechos para desvincularse de la corrupción en el seno de su gobierno.
Esperanza Aguirre colocaba amigos en empresas relacionadas con corrupción
Granados también ha aprovechado la declaración para señalar a Aguirre como la persona que se encontraba encima de los proyectos de Arpegio, la empresa pública que gestiona el suelo en la región y que se ha visto completamente implicada en la corrupción madrileña.
La lideresa mantenía un fuerte control en esta y otras sociedades públicas. Para ello, se valía de contratar a amigos o parientes para situarlos en los puntos neurálgicos de las sociedades y evitar cualquier desencuentro en las gestiones.
"Ningún consejero era autónomo para hacer nombramientos. En Transportes yo sólo pude nombrar a mi secretaria y a mi jefe de gabinete", ha recalcado Granados. Entre los 'enchufados' se encontraba Carmen Díaz de Bustamante "amiga de Aguirre" o al director gerente del Consorcio Regional de Transportes, José Manuel Pradillo.
En Arpegio, centro de escándalos, se colocó a Carmen Plata "también amiga de Esperanza", Jaime González Taboada (formó parte de la mesa de contratación y ha sido recientemente el número 3 de Cifuentes) o Miguel Ángel Ruiz, consejero delegado de Arpegio de 2008 a 2010 e imputado en Púnica.
Junto a la órbita de Aguirre, también se encuentran personalidades especialmente afines a su antiguo mano derecha, Ignacio González. Entre ellos, el exviceconsejero de Medio Ambiente y posteriormente Economía, Manuel Beltrán, situado como consejero de Arpegio.
Todos estos hechos podrían poner en una situación complicada a Esperanza Aguirre y, quizás, forzar una posible imputación.