El bailaor Rafael Amargo ha tenido que hacer frente a problemas con la justicia habiendo sido detenido en dos ocasiones acusado de tráfico de drogas. Esto ha afectado a su carrera y tras una temporada alejado del foco mediático ha concedido una entrevista a 'Espejo público' en la que se ha declarado inocente y ha confesado estar en tratamiento psiquiátrico.
"Ya no me quedan ni lágrimas para llorar. Tengo que ser fuerte, no puedo dejar que me maten ni matarme", ha declarado al programa de Antena 3, donde también ha reconocido que ha perdido importantes oportunidades laborales que ya tenía firmadas. Esto es precisamente lo que le ha llevado a dar un sorprendente giro a su carrera.
"Este año me he matriculado para hacer la oposición a Policía", ha declarado, afirmando que lo considera "un trabajo precioso" que siempre le ha gustado desde pequeño. Así, ha avanzado que pronto empezará a prepararse para los diferentes exámenes y pruebas físicas e intentará con todas sus fuerzas convertirse en un miembro más de los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Dos detenciones y un mordisco a la policía
La primera vez que Rafael Amargo fue detenido por presunto tráfico de drogas fue en 2020 tras ser registrada su vivienda en en la calle Tetuán en Cuatro Caminos (Madrid). Durante los registros, la Policía llegó a encontrar más de 60 gramos de metanfetamina, pero también ketamina y éxtasis líquido.
El juez dejó al andaluz en libertad con cargos aunque tendrá que sentarse en el banquillo de los acusados el próximo mes de junio para enfrentarse a una pena de prisión de 9 años por liderar un grupo criminal y por tráfico de drogas.
El pasado mes de marzo Amargo volvió a ser detenido de nuevo por el mismo motivo. En esta ocasión el arresto se produjo en Alicante tras actuar en una sala del centro de la ciudad, en relación a un supuesto caso de tráfico de drogas desde varios pisos de Madrid. Además, el detenido se resistió y mordió a uno de los agentes, por lo que también se le imputa un delito de atentado contra agente de la autoridad.
"Yo estaba tirado en el suelo. Yo le di la vuelta y se lio una revuelta, me tiran al suelo para que me tranquilicen, pero cuando te castran y te pisotean la cabeza... Yo me defendí", ha explicado en 'Espejo público'.