El pasado lunes 31 de enero casi medio centenar de personas irrumpió de forma violenta en el pleno del Ayuntamiento de la localidad de Lorca, lo que acabó con la suspensión del acto, que votaba en ese momento una modificación del plan general que regula la distancia entre granjas y núcleos de población.
"Es un atentado a la democracia, que recuerda al asalto al Capitolio", afirmó en ese momento el socialista Diego José Mateos, alcalde de la ciudad.
Lo cierto es que estos hechos son el resultado de una tormenta política que se vive desde hace ya un mes, que comenzó con la publicación del bulo sobre las declaraciones de Alberto Garzón, ministro de Consumo, y que ha continuado en todos los medios de comunicación con una derecha que lo ha utilizado como arma arrojadiza contra el PSOE.
El conflicto, además, ha terminado de estallar en Lorca, una localidad de 96.000 habitantes donde la industria cárnica es la principal actividad: Lorca produce el 50% de carne de porcino de toda la Región de Murcia y alberga 1,5 millones de cerdos repartidos en unas 1.500 granjas.
El pleno iba a aprobar una modificación para reformar el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), aprobado en 2020, y establecer así una distancia mínima entre los núcleos de población y las granjas de nueva construcción de ganado porcino.
Esta nueva norma se limita a las granjas de porcino y no afecta a las que ya están en funcionamiento, ni a las granjas de caprino, vacuno y bovino, aunque sí impide que se amplíen las existentes a menos de 1.500 metros de los núcleos de población, centros educativos y centros sanitarios de la localidad.
Además, la iniciativa parte de un acuerdo de 2020 firmado por todos los grupos municipales de Lorca, así como por los propios ganaderos para tratar de ordenar y regular ese sector en la ciudad.
Ataques planeados
Hay sectores que piensan que los ganaderos están siendo manipulados por PP y VOX, como es el caso de Pepe García, portavoz de la plataforma Stop-cebaderos junto a casas Lorca, quien afirma en declaraciones a Público que "El PP aprovecha para mentir a los ganaderos y para romper el acuerdo. Es una mentira absoluta, una manipulación del PP y VOX en connivencia con los representantes de los ganaderos y con el técnico que firma el 99% de los proyectos de Lorca".
Asimismo, García aprovecha para señalar que en Lorca hay una "trama delictiva" que permite a los cebaderos de cerdos consumir ilegalmente el agua de la Comunidad de Regantes de Lorca. Este portavoz sostiene que los cerdos se beben el agua que debería ir a la huerta pero que Fiscalía no investiga sus denuncias porque "el lobby cárnico es muy poderoso".
