El presidente de la Generalitat, Quim Torra, está superando con fuerza a su antecesor. Nos referimos, al menos, en los gastos en viajes a costa del erario público: nada menos que 120.000 euros en seis meses, según ha desvelado la Cadena SER. La diferencia es significativa con Puigdemont, que gastó poco más de 9.000 euros en dos viajes durante un año y nueve meses de mandato.
La mayoría de los viajes (nueve en total) han sido hacia Bruselas, con la intención de visitar a Carles Puigdemont. Bajo este pretexto, tanto ERC como el PDeCAT han intentado salir al paso considerando que el gasto no es abultado y que responde a la excepcionalidad del momento.
En este sentido, el presidente del PDeCAT, David Bonvehí, ha asegurado: "Entendemos que estamos ante una legislatura a la que el 'procés' independentista tiene necesidad de internacionalizarse más". Marta Vilalta, protavoz de ERC, ha añadido: "Muchas veces se tienne que hacer acciones que vayan a dar respuesta a esta no normalidad en la que vivimos y, por lo tanto, la existencia de esos viajes está relacionada con la política exterior".
Desglosando esta lista de viajes, nos encontramos con un gasto de 30.000 euros en vuelos y estancias en Bélgica. Por su parte, el Govern ha destinado 71.000 euros a viajes en Escocia (para reunirse con Clara Ponsatí) y Suiza (con Marta Rovira). Por último, hay que añadir el famoso viaje a Eslovenia del pasado 6 y 7 de diciembre.
No es el único miembro del Ejecutivo
El aumento del presupuesto en desplazamientos y estancias no es exclusivo del president. Por ejemplo, el exconseller Ernest Maragall gastó 42.000 euros en los meses previos a su renuncia, frente a los 12.000 de su predecesor.
Pere Aragonès, sin embargo, ha decidido voluntariamente no cargar estos viajes a la caja pública. Los vuelos realizados a Bruselas, para reunirse con Puigdemont los pasados 13 y 14 de diciembre, fueron pagados de su bolsillo porque tenían "carácter privado", según respondió en una carta a la pregunta de una diputada del PPC.
Tanto Catalunya en Comú como Ciudadanos han criticado estos gastos. Los primeros, porque señalan que "no hay constancia de su carácter institucional y su objetivo político", en palabras del portavoz Juan Mena. En cuanto a los naranjas, porque "hay un despilfarro para hacer propaganda del procés, hablar mal de España y a fugados de la Justicia", según la diputada Lorena Roldán.
