El día 22 de diciembre está marcado en el calendario de todos los españoles por ser el Sorteo de la Lotería de Navidad. En esta jornada todos soñamos con conseguir el conocido como "el Gordo" de la Lotería o al menos llevarnos algún que otro premio.
A parte de los números y del dinero, hay otros protagonistas de este día que son, sin duda alguna, los niños y niñas del colegio de San Ildefonso. Son los encargados de cantar tanto los números premiados como la cantidad del premio y han conseguido que todos sepamos reconocer el famoso "mil euros" y cantarlo en nuestra cabeza.
Pero, ¿cuál es el origen de que sean ellos los que canten los premios? La historia se remonta al 9 de marzo de 1771 cuando, durante el reinado de Carlos III, un niño llamado Diego López se convirtió en el primer niño de San Ildefonso en cantar la Lotería.
Aunque realmente no se sabe muy bien por qué empezaron a ser ellos los encargados, lo cierto es que lo hacen desde el primer sorteo, celebrado en 1812.
El colegio de San Ildefonso, que tradicionalmente era una orfanato, pasó a dividirse en dos instituciones a partir de los años 90. Por un lado, el colegio público que depende de la Comunidad de Madrid y por otro lado la residencia/internado en la que conviven alrededor de 60 menores de familias con necesidades económicas. Son estos últimos los que tienen la misión de cantar la Lotería de Navidad.
Aproximadamente son 32 niños y niñas los que se eligen para repartir los premios. En un principio sólo eran niños, ya que no fue hasta 1984 cuando las niñas empezaron también a participar en el sorteo.
Requisitos para cantar los premios
En el colegio se presentan muchos candidatos y candidatas y los encargados de la selección escuchan a todos los que se presentan. Además, hay que cumplir varios requisitos: ser mayor de 8 años, tener una buena fluidez verbal o una buena voz.
Una vez seleccionados los niños y niñas que cantarán en el sorteo, empiezan los ensayos, que comienzan en el mes de octubre. En ellos, los menores practican sus habilidades numéricas ensayando días alternos a la semana, donde también son preparados para cualquier situación que pueda ocurrir en el sorteo.