El panorama internacional está marcado por conflictos prolongados y una creciente tensión geopolítica. La invasión de Rusia a Ucrania, la escalada en Oriente Medio y las negociaciones diplomáticas entre potencias han vuelto a poner en el centro del debate la cuestión militar.
Mientras que Estados Unidos, con Donald Trump al frente, busca un acercamiento con Vladímir Putin, la Unión Europea insiste en que cualquier acuerdo debe incluir a Ucrania y a los países que han respaldado su defensa.
Ante este contexto, muchos países han comenzado a evaluar su capacidad de respuesta ante un eventual conflicto. España, aunque evita discursos alarmistas, reconoce en su Constitución el derecho y deber de los ciudadanos de defender el país. Esto lleva a preguntarse: ¿quiénes serían los primeros en ser llamados en caso de una guerra?
Reservistas: el refuerzo del Ejército en situaciones excepcionales
Desde 2001, España cuenta con un Ejército exclusivamente profesional, dejando atrás el servicio militar obligatorio. Actualmente, las Fuerzas Armadas españolas están integradas por unos 120.000 efectivos, distribuidos entre el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire y del Espacio. En caso de conflicto, estos militares en activo serían los primeros en ser desplegados.
No obstante, si la magnitud de la crisis superara la capacidad operativa de los efectivos en servicio, la legislación contempla la movilización de reservistas. Según la Ley de la carrera militar de 2007, existen tres tipos de reservistas en España:
Proceso de reclutamiento y objeción de conciencia
En caso de un escenario de conflicto que requiriera la movilización de reservistas, el proceso seguiría un esquema progresivo. Inicialmente, el Consejo de Ministros ordenaría el llamamiento de los reservistas de especial disponibilidad y voluntarios, un grupo que ronda las 8.000 personas. Si estos refuerzos fueran insuficientes, el Gobierno necesitaría la aprobación del Congreso de los Diputados para activar el reclutamiento obligatorio.
Los jóvenes convocados recibirían un formulario con preguntas sobre su estado de salud, capacidades físicas y preferencias dentro de las Fuerzas Armadas, pudiendo optar por unidades operativas o tareas de apoyo logístico.
