Los bulos coparon las redes sociales durante horas, pero ni el sospechoso era extranjero ni pertenecía a algún tipo de banda juvenil. Se trata de un español de 20 años, que reside a caballo entre Madrid y Mocejón (Toledo), de padres separados y cuyo padre y abuela pertenecen a la localidad.
Su padre, un vigilante de seguridad, ha expresado que su hijo padece una discapacidad mental severa que cifra entre el 60% y 70%. Este hecho podría derivar en la inimputabilidad del joven, aunque queda por esperar el desarrollo de la investigación para decretar su capacidad real de toma de decisiones y de discernir la realidad.
El joven ha confesado el crimen, asegurando que creía estar inmerso en un "videojuego". "Lo ha hecho mi otro yo. He visto cómo me robaba la cara. Tenía mi rostro y mi cuerpo y ha apuñalado al niño, pero no he sido", ha expresado ante los agentes, como publica El Debate.
"No sé... En plan, como otra persona", expresó durante su confesión, como recoge ABC. Los agentes no han encontrado un discurso coherente, sino desorganizado en sus palabras. Varios vecinos del pueblo han expresado que el joven padecía problemas.
El acusado irrumpió en el campo de fútbol con la cara tapada por un pañuelo, perpetró el crimen y después escapó aprovechando un agujero en el vallado que tan solo conocían los vecinos. Este hecho ya había hecho sospechar de un posible residente en el pueblo. Pudo ser localizado por las cámaras de seguridad y la geolocalización del teléfono móvil.
A diferencia de lo expresado hasta ahora, el joven nunca escapó en un coche. En realidad caminó hasta la casa de su abuela, tranquilo, como muestran las imágenes. El asesino no salía habitualmente de casa, pero su familia era ampliamente conocida en el pueblo.
En busca del arma del crimen
La investigación se centra ahora en localizar el arma del crimen. Los testigos presenciaron un artilugio metálico compatible con un cuchillo que, según la confesión del acusado, abandonó posteriormente en una acequia. Los agentes de la Guardia Civil están inspeccionando la zona para localizarla, pero todavía no la han encontrado.
Los hechos ocurrieron el pasado domingo, 18 de agosto, cuando el hombre irrumpió en el polideportivo de la localidad y se acercó a una multitud armado y con la cara cubierta. La mayoría logró escapar, hasta que se aproximó a un grupo de menores que jugaban al fútbol y, en la huida, el pequeño Mateo se cayó. Fue entonces cuando el acusado presuntamente le apuñaló en repetidas ocasiones hasta dar en sus zonas vitales, muriendo prácticamente en el acto. Después huyó de la zona.
En el pueblo se ha vivido una fuerte consternación, pero los vecinos se han mostrado relajados tras conocer la detención del acusado. Se han decretado tres días de luto en la localidad por todo lo sucedido.
