Los talibanes vuelven a controlar todo Afganistán 20 años después. La toma del poder por parte de los insurgentes está acaparando toda la atención internacional, expectante ante el nuevo futuro del país y la situación crítica en la que se encuentran los derechos humanos de sus ciudadanos, especialmente de las mujeres y niñas. La facción política-paramilitar ya ha dejado claro que seguirán los principios de la sharia o ley islámica, la cual anula y somete por completo a las mujeres.
Los talibanes, tratando de dar una imagen más moderada, aseguran que las mujeres en Afganistán podrán continuar con sus estilos de vida, y volver a las escuelas o a sus empleos con los límites que establece el islam, pero algunas trabajadoras, sobre todo periodistas, denuncian que en la práctica esto no se cumple. "Quería volver a trabajar, pero lamentablemente los talibanes no me dejaron. Me dijeron que el régimen ha cambiado y no se puede trabajar", aseguró la presentadora de televisión Shabnam Dawran en un video ampliamente difundido.
En mitad de este conflicto, una mujer, entre fusiles de asalto AK47, disparos y burkas, se ha convertido en el rostro informativo de todo lo que acontece en Kabul. Se trata de Clarissa Ward, corresponsal jefe de la sección de internacional para la cadena americana CNN. Cuando los talibanes se hicieron con el control, en la reportera se vio el primer signo de que las cosas ya habían cambiado: comenzó a hacer sus intervenciones televisivas con chador.
This meme is inaccurate. The top photo is inside a private compound. The bottom is on the streets of Taliban held Kabul. I always wore a head scarf on the street in Kabul previously, though not w/ hair fully covered and abbaya. So there is a difference but not quite this stark. pic.twitter.com/BmIRFFSdSE
— Clarissa Ward (@clarissaward) August 16, 2021
Su figura y sus conexiones están sirviendo de referente para el periodismo de todo el mundo. Además del peligro que conlleva ejercer su trabajo, lo está realizando sin miedo y sin dudar en darle la palabra al pueblo afgano o incluso a los talibanes. La comunicadora destaca por su claridad para narrar la difícil situación que afronta el país, así como por conseguir -dentro de las limitaciones que se le han impuesto por su condición de mujer- presentarse frente a los talibanes y no dejarse atemorizar ante los peligros que enfrenta.
Si bien su popularidad se ha visto incrementada a raíz de estos hechos, lo cierto es que la experimentada corresponsal cuenta con una carrera excepcional en la que ha trabajado como cronista para los principales medios del mundo ganando, incluso, diversos galardones por su trabajo. Tampoco es la primera vez que cubre zonas de conflicto bélico o que su vida está en peligro.
La carrera de Clarissa Ward
Clarissa Ward nació en Nueva York en enero de 1980 y, luego de graduarse con honores de la Universidad de Yale y de obtener un doctorado honorario en letras de Middlebury College, comenzó su carrera como periodista trabajando de asistente de producción nocturna en la cadena Fox News en 2003. Posteriormente mudó su trabajo a ABC News, para más tarde desembarcar en CBS antes de llegar, finalmente, al que hoy es su trabajo en CNN.
Inició su carrera profesional en el turno de noche de Fox News en el año 2003 y desde ahí fue escalando posiciones hasta llegar a la oficina internacional para coordinar coberturas tan importantes como la captura de Saddam Hussein o la muerte de Yassir Arafat o el Papa Juan Pablo II. En 2007, mudó su base a Beirut, desde donde produjo la cobertura de la guerra israelí-libanesa. Ese fue el comienzo de su pasión por el periodismo de conflictos.
Poco después, su trabajo fue ganando más presencia y consiguió saltar a ABC News, viviendo dos años en Pekín y otros dos en Moscú y cubriendo acontecimientos muy relevantes como el terremoto y posterior tsunami de Fukushima en 2011 o la crisis alimentaria mundial de 2008. Después fichó por CBS cubriendo noticias internacionales como la guerra de Afganistán o la revolución de Ucrania en 2014. Durante esta etapa la comunicadora cubrió en 2014 los inicios de la guerra en Siria, donde se convirtió en la única periodista occidental en entrevistar a un soldado yihadista americano dentro del país asiático.
Finalmente, en 2015 Clarissa Ward se unió a la CNN y en este último lustro la periodista ha estado siempre en el foco de la noticia, viajando internacionalmente por todo el mundo como enviada especial a cubrir todos los temas de actualidad. Entre sus coberturas destaca el asesinato del periodista Jamal Khashoggi, su investigación sobre el aumento del antisemitismo en Europa y el uso de mercenarios por parte del Gobierno ruso.
En 2018 consiguió el cargo de corresponsal internacional jefa que ocupa actualmente. En 2020, destapó en una investigación conjunta entre CNN y Des Spiegel como miembros del Servicio de Seguridad Federal Ruso acosaron a Aleksei Navalni durante varios años hasta su envenenamiento. Más recientemente, la periodista ha sido la responsable de explicar a la audiencia de la CNN cómo ha sido el desarrollo de la segunda ola de Covid en India. Asimismo, durante estos últimos meses ha logrado ser la primera comunicadora extranjera en cubrir el golpe de Estado de Myanmar desde el propio país.
Por su trabajo al otro lado de la pantalla ha sido laureada con los más prestigiosos premios. Ha ganado siete premios Emmy, dos George Foster Peabody, un Alfred l. duPont-Columbia, dos Edward R. Murrow, los honores por parte de la Asociación de Corresponsales de Radio y Televisión y el diploma por Excelencia en Reportes Internacionales, entre otros. Además, en 2019 fue nombrada Periodista/Corresponsal del año por la asociación Gracie.
En 2020 publicó su primer libro, en conjunto con la editorial Penguin Random House, en el que narra sus experiencias como corresponsal en distintos frentes, pasando por Rusia, China, Siria, Egipto, Irak, Líbano y Afganistán.