María Ángeles Molina, más conocida como Angie, ha sido nuevamente detenida tras ser acusada de preparar un nuevo asesinato desde el interior de la cárcel de Mas d'Enric en el que habría buscado la colaboración de varios sicarios y ante sus salidas en libertad. Estaba en prisión por el brutal crimen de Ana Páez en 2008, catalogado como el 'asesinato casi perfecto'.
La noticia saltó cuando Angie disfrutaba de un permiso penitenciario dentro del régimen de segundo grado. Los Mossos d'Esquadra la detuvieron el lunes, 24 de marzo, en la puerta de la prisión. La reclusa fue trasladada primero a dependencias policiales y luego regresó al centro penitenciario tras pasar a disposición judicial.
La nueva causa contra ella está bajo secreto de sumario, pero todo apunta a que Angie habría intentado organizar un nuevo asesinato desde la cárcel y que para ello aprovechaba sus permisos temporales. La policía apunta a que habría contactado con personas del exterior buscando contratar a sicarios para ejecutar el crimen.
Después de su arresto, se procedió a registrar su celda y todas sus pertenencias buscando pruebas que pudieran esclarecer todo el crimen. La investigación ha quedado a cargo de la División de Investigación Criminal (DIC) de Tarragona y supervisada por el Juzgado de Instrucción número 1 de Tarragona, que ya le ha imputado el nuevo delito de conspiración para asesinar.
En prisión por el asesinato de Ana Páez
Angie estaba en prisión por el brutal asesinato de Ana Páez, conocido como el 'crimen casi perfecto'. Los hechos ocurrieron en 2008, cuando mató por asfixia a su compañera de trabajo después, aprovechándose de la confianza y amistad que ella creó entre ambas, suplantara su identidad para contratar seguros de vida y préstamos por casi un millón de euros.
En plena burbuja económica y aprovechando su puesto en los recursos humanos de la firma donde trabajaba la víctima, accedió a su documentación y nóminas. Luego empleó una peluca y maquillaje para suplantar la identidad, mientras que las entidades le concedían los préstamos en un contexto de burbuja económica. Incluso cambiaba la dirección para que la joven no recibiera cartas sobre sus deudas. Así podía mantener un alto tren de vida muy alejado a sus posibilidades.
Hasta que, tras la muerte de su madre, Angie planificó el crimen durante más de un año, aprovechando como coartada que iría a Zaragoza a recoger las cenizas de su progenitora. El día del crimen pagó los peajes del crimen con tarjetas, pero la vuelta en efectivo y después invitó a Páez a cenar.
Allí la durmió con somníferos y luego asfixió con una bolsa. Para simular un móvil sexual en el crimen, empleó el esperma de dos prostitutos a los que había conocido en un club y pagó precisamente para este fin. Sin embargo, los agentes lograron certificar movimientos de dinero extraños y encontraron pruebas en su vivienda que indicaban a que, en realidad, había un móvil económico detrás.
Angie también había sido investigada por la misteriosa muerte de su marido en 1996 en Canarias, un rico empresario del archipiélago de quien había cobrado una importante herencia. La causa se cerró como suicidio, pero siempre quedó la duda sobre cómo había tomado lejía y esperado 24 horas con síntomas compatibles con un trastorno digestivo hasta su fallecimiento. En el asesinato de Páez también había aspirado a cobrar varios seguros de vida que había contratado fraudulentamente.
Ahora, la nueva detención de Angie supone que continuará en prisión. A pesar de que estaba previsto que saliera de la cárcel definitivamente en 2027, esta nueva acusación aleja dicho horizonte. El delito de conspiración para asesinato incluye una pena de prisión de siete años y medio. Las autoridades también le han retirado los permisos penitenciarios y el derecho a seguir fuera de la cárcel en régimen de segundo grado.