Después del apagón del 28 de abril que dejó a miles de hogares sin suministro durante horas, la electricidad ha regresado a la mayoría de zonas afectadas. Pero aunque todo parezca estar en orden, lo más recomendable es realizar una revisión rápida y preventiva en casa. Las sobretensiones eléctricas que pueden producirse tras cortes prolongados representan un riesgo real para muchos dispositivos domésticos.
Electrodomésticos, enchufes y alimentos, bajo sospecha
Lo primero que conviene hacer es comprobar si los electrodomésticos funcionan con normalidad. Frigoríficos, congeladores, lavadoras o routers pueden presentar fallos o ruidos anómalos tras un pico de tensión. Si algo no parece ir bien, es preferible desconectarlo momentáneamente y consultar con un profesional.
En cuanto a los alimentos refrigerados, no está de más inspeccionarlos con detalle. Si el corte de luz se prolongó más de cuatro horas, algunos productos pueden haberse deteriorado. Revisa especialmente la carne, el pescado o los lácteos, y fíate de indicadores como el olor o la textura. En el congelador, si los alimentos conservan cristales de hielo, es probable que no se hayan descongelado completamente.
Otra zona crítica es el cuadro eléctrico. Comprueba que todos los interruptores estén activos y acciona el botón de prueba del diferencial para asegurarte de que responde con normalidad. Esto permite detectar posibles fallos internos que, de no solucionarse, pueden causar problemas mayores a medio plazo.
También conviene revisar bombillas y enchufes. Si una luz ha dejado de encenderse sin motivo o notas algún chispazo al conectar un aparato, es señal de que algo podría haberse dañado.

Los dispositivos electrónicos sensibles —como ordenadores, televisores o consolas— requieren especial atención. Tras un apagón, algunos pueden no encenderse correctamente o haber perdido datos. En esos casos, intenta reiniciarlos y comprueba su funcionamiento.
Por último, si detectas averías o pérdidas materiales, consulta con tu compañía de seguros. Muchas pólizas de hogar incluyen coberturas por daños derivados de interrupciones eléctricas o sobretensiones. Revisar todo esto no lleva mucho tiempo y puede ayudarte a prevenir complicaciones mayores tras un corte de luz inesperado.