El sector de la distribución alimentaria se encuentra en una guerra de promociones y precios con el objetivo de retener al consumidor y captar clientes tras la pandemia, en un momento en el que comienza a recuperarse el consumo fuera de los hogares.
Prácticamente todas las cadenas de distribución han rebajado sus precios durante el último año para retener clientes en un contexto de incertidumbre económica, según la OCU. Las principales bajadas se protagonizaron en Consum (-5,2%), El Corte Inglés (-4,5%) y Mercadona (-3,9%). Tan solo E.Lecrec (2,6%) , Masymas (1,2%), La Plaza de Día (1%) y Dia Maxi (0,8%) encarecieron los precios de la cesta de la compra durante 2021.
Junto con este intento de bajar los precios para captar más consumidores, proliferan los formatos comerciales de descuento con gamas de producto centradas en marcas de distribuidor o blancas. Estas apuestas son, por ejemplo, SUpeco de Carrefour o Lupa de Tiger.
En paralelo, Lidl o Aldi siguen ganando porcentaje de cuota de consumidores con el paso de los meses. También se hacen hueco otras cadenas de productos descabalgados como Primaprix o Sqrups. Y destaca en este apartado la rusa Mere, que intenta hacerse hueco en nuestro país con un modelo industrial, que recuerda a los orígenes de la propia Lidl o Aldi.
El auge de los formatos 'cash'
Junto a estos formatos, también destaca el auge de los hipermercados que añaden la palabra 'Cash' a su nombre para atraer clientes y lanzar mensajes con connotaciones de ahorro. Este tipo de establecimientos están notando un gran auge, especialmente, en el sur de España.
Los locales incorporan estética austera y próxima a los supermercados, con ofertas y descuentos. Ejemplos de estas cadenas son TuCash, Cash&Fresh o Family Cash. Esta última, de origen valenciano, se está expandiendo por varia comunidades como Castilla-La Mancha, Andalucía, Murcia, Cataluña, Extremadura, Aragón y Melilla.
La expansión se basa en comprar locales de hipermercados en retirada de algunas regiones, como Eroski y E.Lecrec. Esto sucede en un contexto en el que se ha abandonado la fidelidad de los consumidores a las empresas, de hecho, solo un 7% de los españoles dedican la mitad de su presupuesto a una única cadena, porcentaje que se reduce cada año.
Además, los consumidores han cambiado de hábitos. Se buscan más promociones y precios básicos, pero sin entrar a sacrificar la calidad de los productos. Sin embargo, la OCU advierte que los incrementos constantes en el precio de la energía podrían llevar a un encarecimiento de los productos.
