Después de más de 125 años de historia, los Juegos Olímpicos continúan siendo el evento deportivo más importante del mundo y el que más expectación genera. La competición deportiva es una cita ineludible para los atletas de todo el mundo que luchan por hacerse con una medalla.
Per más allá del deporte, los Juegos Olímpicos también cuentan con símbolos que convierten esta competición en un torneo exclusivo. Uno de los más distintivos, sin duda, es el de los aros o anillos de colores entrelazados entre sí sobre un fondo blanco. Pero, ¿cómo surgió este emblema? ¿Qué significa?
Historia y simbología
Estos anillos no estuvieron ligados a la competición hasta el año 1913, posterior a la creación de los Juegos modernos en 1896. El creador fue el barón Pierre de Courbetin, uno de los hombres más inspiradores de la competición que durante el Congreso Olímpico de París mostraba un simple boceto que posteriormente se convertiría en un icono mundial. El uso de círculos fue tomado de la simbología del psicoanalista Carl Jung representando la continuidad y el ciclo humano de los deportistas.
Su introducción oficial como símbolo de los Juegos tuvo que retrasarse hasta el año 1920 debido al estallido de la Primera Guerra Mundial. El evento olímpico celebrado en Amberes fue la primera vez que pudimos visualizar uno de los símbolos más representativos de un evento.
Ls aros representan los cinco continentes, que se unen cada cuatro años por el deporte. En concreto, simbolizan las banderas de cada uno de los países presentes den la edición de 1914. "Los seis colores (con el fondo blanco de la bandera) así combinados representan a todas las naciones sin excepción. El azul y el amarillo de Suecia; el azul y el blanco de Grecia, los tricolores de Francia, Inglaterra y Estados Unidos de América, Alemania, Bélgica, Italia, Hungría, el amarillo y el rojo de España junto a las nuevas banderas de Brasil, Australia y a las del antiguo Japón y la joven China. He aquí un emblema verdaderamente internacional", cita el libro This Great Symbol que estudia la historia de los Juegos y del creador del símbolo.
Por otra parte, en 1936, surgió el mito de que los aros se habían descubierto en una piedra datada de la edad griega. Una idea llevada a cabo por Carl Diem, presidente del Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de Berlín de ese mismo año, para elevar el misticismo del evento, junto con el relevo de la antorcha, instaurada en ese mismo año.