Katherine Tai, representante de gobierno de Estados Unidos en la Organización Mundial del Comercio (OMC) ha anunciado que respalda la liberación temporal de las patentes de las vacunas contra el Covid-19 para que puedan ser producidas en otros países.
La representante ha explicado que, aunque el gobierno de Joe Biden "cree fuertemente" en la protección de las patentes, apoyaría una excepción a esta regla para las vacunas contra el coronavirus. "Esto es una crisis de salud mundial y las circunstancias extraordinarias del Covid-19 necesitan medidas extraordinarias", ha dicho en el comunicado.
¿Qué implicaría esto?
Las patentes protegen la propiedad intelectual de un producto para que no pueda copiarse. En teoría, acabar con las patentes permitiría a cualquier empresa farmacéutica hacer copias exactas de las vacunas sin que se les pueda denunciar por infringir los derechos de propiedad intelectual.
El objetivo es facilitar la transferencia de tecnología y el conocimiento científico para que los países en vías de desarrollo puedan aumentar la producción de vacunas y hacerlas accesibles a sus poblaciones.
Sudáfrica e India ya pidieron a la Organización Mundial del Comercio en octubre de 2020 que suspendiera estos derechos de las vacunas mientras dure la pandemia. Esta excepcionalidad fue apoyada por casi 60 países, aunque el gobierno de Donald Trump, Reino Unido, la Unión Europea y Suiza se negaron. Ahora Tai ha puesto en un aprieto a las empresas farmacéuticas estadounidenses después de anunciar que finalmente respaldaría la liberación de las vacunas.
La representante ha dicho que Estados Unidos comenzará las negociaciones con la OMC para intentar llegar a acuerdos con los 164 países de la organización. Este movimiento podría suponer un acceso mucho más equitativo a las vacunas. Actualmente, los países desarrollados están recibiendo la mayoría de las vacunas.
Reacciones al anuncio
Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS, ha dicho que la decisión de EEUU es "histórica" y que marca "un momento clave en la lucha contra el Covid-19". Sin embargo, las compañías farmacéuticas no se han mostrado tan optimistas.
La Federación Internacional de Asociaciones y Fabricantes de Productos Farmacéuticos (IFPMA) ha calificado el movimiento de "decepcionante". "Esta liberación es la respuesta fácil, pero la incorrecta ante lo que es un problema tan complejo".
El Doctor Amesh Adalja, investigador principal del centro Johns Hopkins, dijo a la agencia de noticias Reuters que la liberación de las vacunas "equivale a la expropiación de la propiedad de las empresas farmacéuticas cuya innovación e inversiones financieras hicieron posible el desarrollo de las vacunas Covid-19 en primer lugar".
Algunos expertos dicen que las empresas farmacéuticas también necesitarían compartir los conocimientos, como sus técnicas de producción, con los países más pobres para que haya un beneficio real.
Los acuerdos de licencia son otra manera de impulsar la producción. Uno de los mayores productores de vacunas Covid es el Instituto Suero de India, que fabrica las inyecciones de Oxford-AstraZeneca bajo un acuerdo de licencia con la empresa anglo-sueca.
