El PSOE ha celebrado su Congreso Federal en Sevilla, en el que ha aprobado una ponencia política para eliminar la 'Q+' de las siglas LGTBIQ+, en un movimiento que ha reabierto el debate sobre los derechos de este colectivo y ha llevado a las críticas de su socio en el Consejo de Ministros, Sumar.
Los socialistas también han introducido una enmienda presentada por la delegación de Guadalajara que recoge que "ninguna persona de sexo masculino pueda participar en las categorías destinadas a mujeres". Este giro cambia la posición del PSOE, que hace tres años dio la espalda a los movimientos feministas clásicas y sacó adelante una ley trans con el apoyo de Podemos entonces como socio de Gobierno.
Uno de los argumentos habituales en los movimientos feministas clásicos, contrarias a los derechos de las personas trans, es decir que la autodeterminación de género supone una violación de los derechos de las mujeres, como que un hombre pueda autodefinirse como mujer y participar en competiciones deportivas, generando una desigualdad por contar con ventajas por su biología.
El significado de la 'Q+' de LGTBIQ+
El borrado de las letras 'Q+' supone eliminar el término 'queer'. Este término nace de la apropiación del movimiento LGTBIQ+ de un término que, en el pasado, se empleaba despectivamente contra el colectivo, alegando a los 'raros' o 'extraños', dando un nuevo significado que, por el contrario, supone empodere antes que insulte a la persona.
La 'Q' engloba al término queer, el paraguas que cubre las orientaciones sexuales o identidades de género situadas más allá de las lesbianas, gays o transexuales, mientras que el + se sitúa para todas las identidades u orientaciones que no se vean representadas en este acrónimo.
El término LGTBIQ+ está amparado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que recuerda que "las personas LGBTIQ+ son discriminadas en el trabajo, en las escuelas y en los hospitales. Son muchas veces maltratadas y repudiadas por sus propias familias. Son víctimas de agresiones físicas, son golpeados, agredidos sexualmente, torturados y asesinados".
La ONU también recuerda que, en 77 países, las "leyes discriminatorias criminalizan las relaciones privadas consentidas entre personas del mismo sexo, por lo que pueden ser arrestadas, enjuiciadas, y encarceladas; incluso, en al menos cinco países, pueden ser condenadas a la pena de muerte".
Planned Parenthood, el principal proveedor y defensor de servicios de salud sexual y reproductiva de Estados Unidos, recuerda que el término queer es "una palabra que describe una identidad de género y sexual diferente a la heterosexual y cisgénero", en la que pueden representarse el resto de siglas del colectivo. "Queer a veces se usa para expresar que la sexualidad y el género pueden ser complicados, que pueden cambiar con el tiempo y quizá no encajar del todo en una sola identidad, como ser hombre o mujer, gay o hetero", aclara.
A juicio de las feministas clásicas, el término 'Q+' es incompatible con un partido de izquierdas, puesto que alegan un significado "misógino, ultraliberal y antifeminista", puesto que consideran que elimina las diferencias entre hombre y mujer, en lugar de integrar a aquellas personas que tienen un sentimiento diferente, sin reconocimiento social.
"La lucha por los derechos no puede dejar a nadie atrás"
Este movimiento del PSOE abre ahora una brecha en el Gobierno de coalición. "La lucha por los derechos no puede dejar a nadie atrás. No se lucha contra la extrema derecha con las ideas de la extrema derecha", ha advertido Sumar tras el congreso socialista.
En el mismo sentido se han pronunciado los colectivos LGTBIQ+. "Cualquier ideario que no se quiera quedar atrás en el camino hacia la igualdad real de todas las personas entienda que las mujeres trans son mujeres y que el colectivo LGTBI también incluye "+" disidencias y diversidades sexuales, de género, familiares y corporales", ha expresado FELGTBI.
Por su parte, la Plataforma Trans, que agrupa a los diferentes colectivos transgénero, ha denunciado que el movimiento del PSOE implica hacer un "uso perverso" del feminismo y lo ha equiparado a "cuando la ultraderecha criminaliza a las personas migrantes como causantes de la delincuencia".