¿Quién no se ha enfrentado alguna vez al apocalipsis en un sueño? ¿Quién no ha deseado convertirse en el capitán Harry S. Stamper (Bruce Willis) de la película 'Armaggedon'? Sin embargo, la realidad es que la llegada de un meteorito a la Tierra desencadenaría unas consecuencias terribles, dramáticas y definitivas para la vida de todos los animales y plantas.
Entonces, ¿qué pasaría si un meteorito de grandes dimensiones chocara contra la Tierra? ¿Habría posibilidad de pararlo? ¿Qué consecuencias podría tener? Bueno, pues aquí desgranamos las posibles efectos y secuelas de ese impacto.
Las primeras consecuencias de la entrada de un asteroide en nuestra atmósfera llevarían a la interrupción de las comunicaciones de satélite, radio y televisión en las zonas más cercanas al impacto. La velocidad del choque -superaría los 100.000 km/hora- contra la superficie de la Tierra provocará grandes vientos huracanados con grandes y devastadores resultados.
Una fuerte ola de terremotos devastadores y absoluta oscuridad
El otro efecto inmediato sería una oleada de terremotos como consecuencia de la fuerte sacudida del meteorito a la Tierra que, además, se replicarían en zonas alejadas del riesgo sísmico. El impacto generaría una nube densa y lluvia de desperdicios y fuego que daría como lugar una noche eterna al no dejar pasar los rayos del Sol durante un gran período de tiempo. Esto último rompería la cadena alimenticia dado que las plantas dejarían de crecer por esa falta de luz. Como consecuencia de ello, los herbívoros se quedarían sin alimento -provocando su muerte-, para afectar por último a los carnívoros.
La caída de meteoritos en la Tierra es algo que ocurre de una manera más natural de lo que la gente piensa, pero no son lo suficiente grandes y, por lo tanto, no tienen consecuencias. Aquí algunos ejemplos sobre el daño que causaría un impacto de un asteroide dependiendo de su tamaño: con 100 metros, se crearía un cráter de 3 kilómetros de diámetros afectando un área de 60 kilómetros; con 1.000 metros, un cráter de 25 kilómetros de diámetro y una destrucción en un área de 400 kilómetros; por último, con 10.000 metros, un cráter de 200 kilómetros y una destrucción en un área de 3.000 kilómetros.
La NASA calcula que un asteroide de 1.000 metros tiene una posibilidad de caer sobre la Tierra de una vez cada dos millones de años. Mientras que la probabilidad de que impacte un meteorito de 10.000 metros es una vez cada 370 millones de años aproximadamente.