El 'no' de Junts ha frustrado la aprobación de la ley de amnistía en el Congreso de los diputados. La formación independentista ha votado en contra del texto final impidiendo que la tramitación de la iniciativa siga su curso en el Senado.
Los de Carles Puigdemont han justificado su negativa alegando que el PSOE no ha aceptado sus once enmiendas, que pretendían ampliar el alcance de la amnistía a todos los delitos que se puedan derivar de la investigación judicial del procès.
Consideran que el texto no es suficiente y quieren introducir cambios para blindarse ante lo que considera maniobras de jueces para extender sus investigaciones a aspectos no contemplados por la amnistía, como el terrorismo que aprecia el juez Manuel García Castellón en las protestas de los CDR y el 'Tsunami Democràtic' o el delito de "traición" que percibe el juez Joaquín Aguirre que investiga la "conexión rusa" con el procés.
Después de que el PSOE rechazara las enmiendas clave de Junts, la ley solo ha recibido el apoyo de 171 diputados, mientras que los posconvergentes se han unido al voto en contra de PP, VOX, CC y UPN, que ha sumado así 179 votos.
Largo camino por delante
Entonces, ¿qué pasa ahora? La consecuencia directa del rechazo de la Cámara Baja a la ley es que se retrasa su tramitación. Así, el texto vuelve a la Comisión de Justicia y se reabre la posibilidad de negociar cambios.
Hay que tener en cuenta que antes de la votación de la ley en sí, el Congreso ha votado el dictamen de la Comisión de Justicia sobre la proposición de ley, que ha obtenido 177 votos a favor y 172 en contra. De no haber sido aprobado el dictamen, la ley hubiese decaído y su tramitación en la Cámara hubiera llegado a su fin.
Una vez vuelva a la Comisión de Justicia, los grupos dispondrán de un plazo de 15 días para lograr un nuevo dictamen final que llevar al pleno. En este tiempo la ley de amnistía está abierta a todo tipo de modificaciones que pacten los casi 50 miembros integrantes de este órgano, presidido por el diputado socialista Francisco Lucas.
El nuevo dictamen que salga de la Comisión de Justicia volverá a debatirse y votarse en el pleno del Congreso. Si recibiera mayoría simple de la Cámara baja, después tendría que aprobarse por mayoría absoluta y durante el mismo pleno el texto final.
De salir adelante, la norma llegaría al Senado, donde el PP cuenta con mayoría absoluta. La formación ya ha adelantado que dilatará su tramitación lo máximo posible, hasta dos meses en lugar de 20 días tras haber reformado el Reglamento de la Cámara Alta.
Del Senado se espera un 'no' al texto por lo que tendría que regresar al Congreso para afrontar una última y vital votación. De salir adelante por mayoría absoluta, la ley de amnistía sería entonces una realidad.
