El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha publicado una carta en la que anuncia un período de reflexión de cinco días que podrá derivar en diversos escenarios: su dimisión, la convocatoria de nuevas elecciones o la celebración de una cuestión de confianza en el Congreso de los Diputados.
Carta a la ciudadanía. pic.twitter.com/c2nFxTXQTK
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) April 24, 2024
La cuestión de confianza está recogida en el artículo 112 de la Constitución Española y establece que el presidente del Gobierno, previa deliberación del Consejo de Ministros, puede plantear ante el Congreso si cuenta con el apoyo mayoritario de la Cámara.
Se debe presentar mediante un escrito motivado ante la Mesa del Congreso y, cuando haya sido admitida, se deberá convocar al Pleno para su debate. Se trata de un intercambio similar a una investidura y otorgaría la confianza de la Cámara mediante una mayoría simple, es decir, con más 'síes' que 'noes'.
Por tanto, si Pedro Sánchez optase por esta posibilidad, debería alcanzar un apoyo de 172 votos, de modo que superaría a la suma de PP, VOX y UPN en el Congreso de los Diputados. En el caso de que esto no se produjese, la cuestión de confianza sería rechazada y se entraría en un nuevo escenario.
¿Qué ocurre cuando un presidente pierde una cuestión de confianza?
El artículo 114 de la Constitución Española establece que, ante la pérdida de confianza de la mayoría del Congreso, se debe producir la dimisión del Gobierno. "Si el Congreso niega su confianza al Gobierno, este presentará su dimisión al Rey, procediéndose a continuación a la designación del Presidente del Gobierno, según lo dispuesto en el artículo 99".
Si esto sucede, el Ejecutivo se transformaría entonces en un Gobierno en funciones, como recoge el artículo 101.2 de la Constitución. El rey tendría entonces que abrir un nuevo proceso de consultas con los representantes de los partidos políticos y valorar quién cuenta con más apoyos para proponer un nuevo candidato a la Presidencia del Gobierno.
Cuando se produjese, se iniciarían el mecanismo de investidura, según se recoge en el artículo 99 de la Constitución. Hasta entonces, el Gobierno permanecería en funciones y, por este motivo, su capacidad de maniobra se vería limitada a la gestión ordinaria de los asuntos públicos, salvo casos de extrema urgencia debidamente acreditados.
La pérdida de una cuestión de confianza no adelantaría elecciones, por tanto, puesto que se activaría un mecanismo de investidura. Tan solo se podría alcanzar esta posibilidad en el caso de que el nuevo Gabinete optase por esta opción.
La cuestión de confianza en España
Si Pedro Sánchez optase por una cuestión de confianza, no sería la primera ocasión en la que se activa este mecanismo durante el último período democrático en España.
El primer presidente que optó por esta vía fue Adolfo Suárez en 1980, tan solo unos meses después de haber sacado adelante una moción de censura. Además, en abril de 1990, Felipe González también se sometió a una moción de confianza en el Congreso de los Diputados después de una investidura en la que no votaron todos los diputados.
No se ha producido, por el momento, ningún caso en que un Gobierno haya perdido una cuestión de confianza y se haya visto obligado a dimitir por esta causa.
