El joven británico Alex Batty ha sido localizado con 17 años tras vagar, caminando solo, mientras intentaba alcanzar la ciudad de Toulouse. Llevaba mucho tiempo escapando y tenía intención de regresar a su país natal.
Batty quería escapar de la vida que había llevado en el pasado, como nómada junto a su madre y su abuelo, entre España y Marruecos, desde donde viajó al sur de Francia por comunidades espirituales. Todo terminó cuando su progenitora le propuso desplazarse a Finlandia.
El joven había vivido en todo momento con su madre y abuelo, hasta que él falleció. Ambos eran sus tutores legales, mientras que la custodia pertenecía oficialmente a su abuela, Susan Caruana.
En este contexto, Caruana aceptó en 2017 un viaje del menor durante 15 días para que su ex marido y su hija pasaran unas vacaciones en Málaga. Fue la última vez que le vio, ya que desde entonces se encontraba en paradero desconocido.
Encontrado
El joven fue encontrado el pasado 13 de octubre, cuando un estudiante le localizó mientras caminaba por la carretera. Ante su situación, le ofreció subirse al vehículo y, tras conocer su historia, le prestó el teléfono móvil para contactar con su abuela. Llevaba cuatro días caminando.
El fiscal adjunto de la República en Toulouse, Antoine Leroy, ha explicado que Batty nació en 2006 en Oldham. Sus padres son abogados y el joven se ha criado con su madre, puesto ue su padre abandonó a la familia cuando tenía dos años.
La abuela consiguió su custodia porque consideraba que su hija era inestable. Ya se habían producido previamente un viaje a Marruecos con el menor. Sin embargo, todo cambió durante las vacaciones de 2017, cuando autorizó al niño a irse unos días de vacaciones a España, y entonces no volvió.
Su familia se puso en contacto, pero no lo logró y las autoridades británicas emitieron una orden de búsqueda. Desde entonces, no está claro que ocurrió, pero según la declaración, vivió dos años en Marruecos junto a su madre y su abuelo, de forma itinerante.
Después, entre 2020 y 2021, permanecieron unos días en España y continuaron en los Pirineos. Después continuaron hacia Francia, sin cesar. Según ha relatado, cargaban con paneles solares y vivían con grupos de una decena de personas con varias nacionalidades.
El menor declaró haber sido víctima de agresiones sexuales en su familia, antes de la huida, cuando tenía cinco o seis años. El fiscal ha afirmado que investigará la posibilidad de posibles contextos sectarios, pero ha negado que se haya identificado como tal y que se ha hablado de una "comunidad espiritual". El caso mantiene, por el momento, multitud de líneas de investigación abiertas.