Las sospechas de fraude electoral se han alzado en Melilla. La Delegación del Gobierno se ha visto obligada a mantener un refuerzo policial que ha llevado a controlar desde hace varios días el aeropuerto, puerto y frontera terrestre para evitar una salida masiva de votos que puedan ser enviados desde el exterior de la ciudad autónoma.
La delegada, Sabrina Moh, ha asegurado que no existe constancia de que se haya producido una salida masiva de votos por tierra, mar o aire debido a los dispositivos establecidos. Sin embargo, el escándalo continúa bajo investigación y los operativos se mantienen en marcha.
La investigación dio comienzo hace más de una semana, cuando varios carteros de Melilla fueron asaltados por encapuchados para robarles los votos por correo que estaban transportando. En ese momento, optaron por ponerles escolta a varios de ellos, según informó la delegada del Gobierno, que también optó por anular dichos votos por correo: si alguien acude a depositarlos en Correos, saltará una alerta y será inmediatamente detenido.
Detrás de este caso se encontraría un aparente fraude masivo en las votaciones por correo en Melilla, después de que la Junta Electoral de Zona (JEZ) haya notificado que 9.905 electores (17,95% del censo) haya solicitado esta modalidad, una cifra que multiplica por siete la media nacional y que se dispara a los comicios anteriores en la ciudad.
Una medida excepcional
Ante la situación que se ha registrado y con el objetivo de combatir posibles fraudes, la Junta Electoral de Zona ha decidido aplicar una medida que no recoge la Ley Orgánica del Régimen Electoral General, en concreto, que los votantes que han optado por la modalidad por correo tengan que identificarse con el DNI pero que, además, tengan que depositarlo también en la oficina de Correos.
Hasta ahora, la legislación solo obligaba a identificarse en el momento de solicitar el voto por correo, pero no al entregarlo. En estos casos, la ley permitía delegar la función en un tercero, una persona autorizada por el votante para depositar el voto en la oficina de Correos.
Estos son los casos en los que se pueden registrar los hipotéticos fraudes, puesto que hay personas autorizadas que se han presentado en las oficinas de Correos de Melilla con hasta una veintena de papeletas, mientras que en otros se desplazan hasta la Península para entregar los votos en oficinas de Correos de provincias cercanas para evitar llamar la atención de las autoridades.
Ante la gravedad que suponen estos casos, la Junta Electoral Central (JEC) ha ordenado la doble identificación para aquellas personas que tengan la intención de registrar un voto para una mesa electoral en Melilla, que se extiende en estos comicios a todo el territorio nacional.
El caso, mientras tanto, permanece bajo investigación y se sospecha que se estaría pagando hasta 200 euros por voto, además de compromisos de contrataciones o ayudas públicas. Si el resultado saliese con el objetivo establecido, se obtendría el mismo apoyo que el ganador de las elecciones en 2019.
¿Quién ha orquestado el fraude?
El caso permanece bajo investigación, por lo que no hay ninguna acusación formal, pero muchos han señalado a un candidato, Mustafá Aberchán, líder y candidato de la lista Coalición por Melilla, que en 2008 fue condenado por comprar votos y que ha sido el único que no ha celebrado la decisión de la Junta Electoral de la doble identificación en el voto por correo.
Aberchán nació en Melilla en 1959 y es el fundador de la lista electoral por la que se presenta, la principal fuerza de oposición al PP. En su carrera política, se encuentra su vinculación con el Grupo Independiente Liberal (GIL), liderado por Jesús Gil , en 1999, que apoyó su investidura que le alzó a la presidencia de la ciudad.
Casado y con cinco hijos, es licenciado en Medicina en la Universidad de Granada, en la especialidad de Cirugía Digestiva. Trabajó como cirujano en el Hospital Comarcal de Baza, pero después no pudo continuar ejerciendo al haber recibido una subvención por parte del Gobierno marroquí.
