A lo largo del pasado mes de mayo ocurrieron algunas cosas curiosas en este país: por primera vez en la historia de la democracia se disolvieron las Cortes Generales al no haber un acuerdo para investir a un presidente. Del mismo modo, se produjo un hito en la historia económica de España: por primera vez desde 1909 la deuda pública española supera el 100% del PIB nacional.
Pero, ¿qué significa esto?
El PIB (o producto interior bruto) expresa el valor monetario de todo aquello que se produce en un país. Es decir, mide todos los bienes y servicios que se generan a lo largo de un año en función al precio que tienen. Por tanto, deber el 100% del PIB quiere decir, simplificando mucho la situación, que para pagar esa deuda tendríamos que coger el dinero generado a partir de todos los bienes y servicios que se producen en España a lo largo de un año entero.
Y eso es lo que debemos.
Concretamente, según los datos que publicó el Banco de España las administraciones públicas acumularon una deuda, entre enero y marzo de este año, de 1,095 billones de euros. A pesar de que no se conocen las cifras del PIB nominal del mismo periodo según los datos del Banco de España (lo que nos serviría para conocer cuánto producimos), los datos oficiales señalan que la deuda será mayor que el PIB.
Y es que en comparación con el último trimestre de 2015 (de octubre a diciembre) el PIB habría aumentado un 0,8%. Sin embargo, para que el PIB fuese superior a esa deuda de 1,095 billones de euros, debería haber aumentado en torno a 280.000 millones de euros, lo que supondría un aumento del 2,2% con respecto al anterior trimestre.
En resumen:
Expectativa: aumento del 2,2%. Realidad: aumento del 0,8%. Resultado: debemos más de lo que producimos.
Sin embargo, esta situación no se ha generado porque haya bajado el PIB, es decir, lo que producimos. Sencillamente es que la deuda no para de escalar. Según la serie de datos publicados por el Banco de España, al dinero que debíamos sumó en un mes 14.031 millones de euros más. Esto supone el alza intermensual más fuerte desde mayo de 2014.
El consumo sube, pero tenemos un gran déficit
Sin embargo, ese 0,8% de subida que ha experimentado el PIB se debe, principalmente, al consumo que se produce en los hogares. Y es que según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre los meses de enero a abril, el gasto de las familias creció un 3,7% en comparación con los mismos datos del año pasado. Además, encadena nueve trimestres seguidos al alza.
Aun así, el crecimiento del PIB al 0,8% y el aumento del consumo son las únicas buenas noticias. El leve repunte del precio del petróleo en las últimas semanas (el barril se encuentra en 50 dólares, frente al mínimo de 37 que tuvo a principios de año) podría encarecer los productos y contraer el consumo. Por otro lado, los datos del INE muestran que las exportaciones también están cayendo (un 0,5%) y que el consumo y las inversiones de las administraciones públicas también tienden a la baja.
Además de esto, España cuenta con un déficit del 5%, frente al 3% que se había pactado con la Unión Europea.
A diferencia de la deuda, el déficit no implica el dinero que se debe, sino la diferencia entre los ingresos y los gastos. Por tanto, la Unión Europea nos pide que ese gasto de más no aumente hasta más del 3%, pero el Gobierno lo ha llevado al 5%. Esto significa que el siguiente Gobierno va a tener que enfrentarse a un recorte de unos 8.000 millones de euros para cuadrar las cifras. Es precisamente por esto por lo que la propuesta del PP de bajar los impuestos ha tenido tantas críticas. Además, a esto hay que sumarle la multa que la Unión Europea pondrá a España después de las elecciones del 26-J y del referéndum británico, que podría llegar a los 2.000 millones de euros.
Por otro lado, el hecho de que la demanda exterior esté disminuyendo y la demanda interna no acabe de despegar podría dar lugar a la idea de que durante el segundo trimestre la economía comience a ralentizarse. A pesar de todo, el ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, ha descartado que se esté produciendo una desaceleración durante este segundo trimestre del año y ha asegurado que a este ritmo la economía podría crecer en un 3% anual. El Banco de España, sin embargo, ya ha rebajado esa cifra al 2,7% para 2016 y al 2,3% para el 2017.
Así que...
Expectativa: crecimiento del 3% anual. Realidad: (a rellenar dentro de unos meses, después de las elecciones).
