Todo el mundo ha entrado a una página web y ha aceptado todas las cookies sin pensar qué consecuencias puede tener eso para la privacidad del usuario. En prácticamente todos los sitios web hay que aceptar, por lo menos, algunas de las cookies que nos señalan como obligatorias. Pero, ¿qué son exactamente las cookies?
Obtener datos sobre nosotros
Las cookies no tienen nada que ver con el spam ni con ningún virus, simplemente son unos archivos informáticos diminutos enviados por los sitios web que se almacenan en nuestro navegador y que obtienen datos sobre nosotros.
Según la Agencia Española de Protección de Datos, hay varios tipos de cookies según su finalidad:
Para qué sirven
El principal trabajo de las cookies es recabar información del usuario para contarle a las marcas y a las empresas cómo nos comportamos en internet, colocando anuncios de acuerdo con nuestros gustos e intereses.
Pero también pueden ser útiles para el usuario, porque las cookies tienen la capacidad de memorizar la dirección de IP y así evitar tener que iniciar sesión cada vez que entras o guardarte la cesta de la compra para que no se pierda aunque cierres el navegador.
También permiten navegar más fácilmente por la web, ya que la caché del navegador se almacena gracias a las cookies. Así, las imágenes y el texto de las páginas web se cargarán mucho más rápido.
¿Desactivar las cookies?
El Reglamento General de Protección de Datos a nivel europeo y la Ley de Protección de Datos a nivel nacional obligan a los sitios web a informarte sobre la presencia de cookies y a permitirte seleccionar solo las imprescindibles para que funcione correctamente la web.
Desactivar las cookies publicitarias puede ser una buena opción si quieres evitar que aparezcan anuncios personalizados durante tu navegación. Por otro lado, las cookies de personalización te ayudarán a guardar tus preferencias, como iniciar sesión de fomar más sencilla o permitir que la web se muestre siempre en el idioma que seleccionaste la última vez.
