Puede que su nombre se te haya olvidado. Pero Rubén Ramírez fue toda una celebridad de la televisión española de la década de los 90. Haciendo memoria, seguro que recuerdas su gracia y desparpajo, sus grandes gafas redondas y su americana azul brillante con la que se recorrió los platós de la tele imitando a famosos españoles relevantes en aquella época.
Con 8 años se metió a todo el mundo en el bolsillo clavando las imitaciones de Felipe González o José María Aznar y gracias a esto conoció a personalidades muy famosas como Luis del Olmo, Paz Padilla, Antonio Mercero o Javier Cámara. Aquello pareció ser de su agrado, ya que dedicó a ello casi profesionalmente, viajando entre Barcelona a Madrid frecuentemente, siempre acompañado de su padre. Pero este éxito, que compaginó con la escuela a la perfección, se esfumó después de haber llegado a aparecer en series y programas de televisión.
El pequeño Rubén esfumó, y hace unos años volvió a aparecer públicamente contando su experiencia vital en una obra de teatro llamada 'El niño de la tele'. La obra se estrenó el 7 de abril de 2016 en la Sala Flyhard de Barcelona. En 2019 la obra ha llegado los Teatros Luchana de Madrid y ya lleva 5 temporadas. Con 30 años, Rubén cuenta en primera persona qué fue de aquel pequeño artista.
La efímera fama de un niño prodigio
"Rubén Ramírez fue un niño prodigio. Como Joselito o Macauly Culkin". Según la sinopsis oficial de la obra, todo empezó cuando el teléfono dejó de sonar. "Rubén pasó de tocar el cielo a caer en el olvido en un santiamén", narra el resumen. Al parecer, el mundo del espectáculo no tuvo piedad con un niño de tan solo 12 años, pero de todo se sale. Y por eso Rubén, ya en la treintena, ahora tiene una carrera y un máster, pero ningún trabajo. Para ganarse la vida, trabaja de carpintero con su padre en un negocio familiar.
Él mismo montó la escenografía de su espectáculo en la sala barcelonosa, con la intención de mezclar de manera bastante peculiar la ficción con la realidad. El objetivo para Rubén es revivir su historia, su pasado amargo, para así poder explicarle al público cómo ha llegado hasta su punto actual.
Para muchos será un gran fracaso, pero Ramírez no quiere hacer de su historia un drama, y por eso la afronta con humor en una obra cómica, que es la mejor forma de afrontar la realidad, por muy dura que parezca.
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— El Niño De La Tele (@ElNinoDeLaTele) February 26, 2019
