La vida puede llevar a una persona por el sendero de la plenitud personal y profesional, a veces hace falta un tiempo prudencial para alcanzarla y cuando se consigue, muchos la pierden de un día para otro. Este es el caso de la ex colaboradora de 'Cronicas Marcianas' y ex modelo internacional Estíbaliz Sanz. Aunque podríamos estar poniéndole el prefijo 'ex-' hasta el fin de los tiempos, porque la verdad es que ha estado involucrada en muchas cosas, especialmente en el mundo de la televisión.
La que fuera Miss Top Model Mundial en 1995 alcanzó la cresta de la ola mediática y televisiva durante finales de la década de los 90 y los primeros años del milenio. Captaba la atención de todas las miradas y focos, no solo por su evidente belleza, sino por las relaciones que forjaba con unos y otros. Era uno de los principales rostros de la prensa del corazón en España y, como tal, gozaba de una reputación que en su momento disfrutó, llegando a embolsarse más de 500.000 euros por todos los bolos y apariciones públicas que hizo. "De eso hoy no queda nada", reveló públicamente.
Todo esa vida de desenfreno y lujuria tuvo un límite que la ex modelo no supo controlar y se acabó rápidamente. No fue hasta el año 2014 cuando reapareció en 'Sálvame Deluxe' para contar el radical vuelco que había dado su vida como celebrity. Hoy en día ha vuelto a reaparecer, de nuevo en el programa de Mediaset, en busca de una salida para contar pro todo lo que ha pasado y cómo es la vida que lleva actualmente junto a su hijo Kyle, al cual "no le falta amor y cariño". Tampoco le falta a ella, pues mantiene una relación feliz junto al ex novio de Antonio Canales.
Del mismo modo, no deja en buen lugar al padre de su hijo, Antonio Molina, con el que a pesar de tener un buen trato, le ha pedido que no cuente la verdad en los platos de televisión que visite, tal y como desvelara en 'Sálvame Deluxe' ante la colaboradora Gema López. Estíbaliz recibe una pensión de 250 euros para su hijo y una ayuda de 426 euros, cantidades con las que la mayoría de los meses no consigue llegar a fin de mes.
Su gran cambio
La que tuviera un affair con Pocholo tras la participación de ambos en el programa 'Hotel Glam' allá por el año 2003 salió tan mal parada del programa que acaparó las miradas de toda la prensa rosa del país, a pesar de sus discusiones con Yola Berrocal, que en parte provocaron su airosa salida del concurso. Al menos se fue por la vía rápida y no duró mucho en él, lo que le permitió continuar con su idilio profesional y social.
Aunque la relación con Pocholo prosiguió, no atracó en el mejor de los puertos. Ella asegura que a pesar de que lo quiso mucho y se lo pasaba muy bien, no le llevó por buen camino y no guarda un buen recuerdo de los últimos años que tuvo junto al sobrino del yerno de Franco: "No he vuelto a tener ningún trato con él ni lo tendría".
Con 48 años, asume toda la responsabilidad de los errores que ha cometido durante un tiempo cáotico de su vida reciente, del que no se siente orgullosa, como su enganche al mundo de lasdrogas, del cual se recuperó gracias a la fuerza de voluntad motivada por el amor a su hijo y familia. Sin embargo, la fama desapareció y el dinero también, ya que las inversiones que realizó durante sus años de esplendor le dejaron las cuentas bancarias a cero.
Sanz ha vuelto a la vida pública en busca de tener una voz que alzar y contar al mundo que lo ha pasado tan mal que incluso acabó de barrendera, pero es que la ex Playboy asegura que no se le "caen los anillos por trabajar en cualquier sitio". Asimismo, hace un llamamiento a la directiva de 'Supervivientes' para que cuenten con ella como participante, incluso llegó a firmar un precontrato en el pasado: "Me ayudaría a perder kilos, ¡Dios mío! ¡Qué horror! Es que yo la vejez la voy a llevar muy mal". La participación e hipotética victoria en el concurso le ayudarían a conseguir cumplir su sueño de abrir una prestigiosa y ambiciosa boutique de moda.
Por otro lado, al haber tocado fondo y haber recibido tratamiento psicológico, admite haberse dado cuenta de lo mucho que puede cambiar la vida de una persona famosa de un día para otro y quiere hacer todo lo posible llevar una vida digna.