La décima edición de 'Gran Hermano' comenzó el 21 de septiembre de 2008. De entre los concursantes destacaba Ana Toro, una mujer que prometía polémica desde el principio. Originaria de Granada y de 36 años entonces, se dedicaba a la publicidad. Fue la cuarta expulsada de la edición, y se fue a casa de forma disciplinaria.
Ingresó al reality con un escándalo bajo el brazo, por una foto en la que posaba con un vestido con el estampado de la bandera de España con motivo del 12 de octubre."Me la he puesto siempre (la bandera) que he ido a un país y ha coincidido con el 12 de octubre hasta a bajo cero, porque soy muy patriota" decía Toro en el momento.
Cuando Mercedes Milá la expulsó del programa se enamoró de un hombre noruego con el que tuvo a su primera hija Olivia. Todo iba bien hasta que su marido tuvo que volver a su país por temas de trabajo, y se quedó sola, con una hija que alimentar y, con el tiempo, arruinada. Además, al poco tiempo de tener a su hija, tuvo que ser operada de un tumor en el cuello.
"Gran Hermano me ha arruinado la vida. Yo era publicista y creativa, de familia bien, con dinero, con piso en una de las mejores calles de Madrid. Ahora no me hablo con mi familia, me han tachado de loca (...) Profesionalmente, el programa te arruina la vida y ya no te contrata nadie" se desahogaba Ana en la extinta revista 'Interviú'.
A pesar de las quejas, Toro volvió a Gran Hermano
Por desesperación, y al contrario de lo que se esperaría por sus palabras, Ana Toro volvió a enrolarse en las listas para 'Gran Hermano: El Reecuentro' donde participó con una de sus compañeras de edición, Chiqui. La propia Mercedes Milá en su momento publicó en su blog que la concursante había tocado fondo.
"Ana Toro está viviendo una situación difícil. El lunes entrará con su hija a vivir en una casa de acogida. Ese rayo de esperanza iluminará su vida que en los últimos meses, desde que nació su hija ha sido un camino lleno de dificultades y carencias" escribía Milá.
¿Qué hace ahora?
Ahora mismo se ha separado por completo de las cámaras de televisión y, sobre todo, de los realities y programas de "cotilleo" de Telecinco. Ha comentado que "no tiene ningún tipo de intención" de volver. Nadie sabe exactamente qué fue lo que le sucedió tras la casa de acogida con su hija, pero decidió no volver a pisar un plató de televisión.