Las lluvias torrenciales han puesto final al verano seco y caluroso que ha reinado en España durante los últimos meses. Las nubes han comenzado a cubrir parte del país y el centro de la península ha vivido una jornada de lluvias torrenciales que han provocado destrozos y cortes de luz, incluida la suspensión del servicio de Metro de Madrid en varios tramos.
Las previsiones metereológicas fijan que esta situación metereológica se mantendrá, al menos, hasta el próximo miércoles 28 de agosto. Pero, ¿qué sucede para que vivamos un cambio tan brusco?
La respuesta la encontramos en la denominada DANA, una depresión aislada en niveles altos resultado del choque de una masa de aire frío en altura con aire caliente en superficie. Popularmente, este fenómeno se ha conocido con el apodo de 'gota fría' en muchas regiones españolas, aunque la AEMET pide utilizar el término 'dana' al considerar que es mucho más preciso a la hora de describir el fenómeno que se encuentra sobre la península.
[MADRID] Una gran tormenta causa inundaciones y cortes de carreteras en MadridCerrados al tráfico puntos de la M-40 y de la calzada central de la M-30 pic.twitter.com/0MYeQbq6Xv
— Mundo ???? Argentina ???????? España ???????? (@Actualidadworld) August 27, 2019
La Agencia Estatal de Metereología (AEMET) explica que este cambio se produce por la entrada brusca de una masa de aire frío que ha penetrado sobre la península y ha colisionado con la masa de aire cálido que se encontraba cerca de la superficie.
Esta situación "genera inestabilidad atmosférica, que favorece la formación de nubes que producen tormentas fuertes". Sin duda, el cambio fue palpable, ya que muchos han cambiado la manga corta por el chubasquero en cuestión de una jornada.
Difícil previsión
El fenómeno de la dana cuenta con dificultades de previsión dadas las particularidades que presenta. La causa es sencilla: en las latitudes medias del hemisferio norte, "lo normal es que la circulación atmosférica, es decir, las borrascas o los anticiclones, circulen de oeste a este".
Pero, en ocasiones como las que acabamos de vivir, esas bolsas de aire fríop se ondulan, adoptan la forma de meandros y finalmente quedan aisladas del resto. Es entonces cuando empiezan a actua de manera independiente y con comportamientos erráticos que hacen muy difícil saber hacia dónde se dirigirán.
Al igual que su dirección, las consecuencias que puede provocar esa masa aislada también son imprevisibles. Porque no siempre originan inestabilidad y tormentas, sino que pueden crear ambientes con altas temperaturas si se ubican muy al oeste, al generar la entrada de viento sur. Sin embargo, la tendencia es la de provocar fenómenos como el que ha inundado Madrid a lo largo de este lunes 26 de agosto.