La depresión afecta a millones de personas en todo el mundo; solo en España 3 millones de ciudadanos habían sido diagnosticados con esta enfermedad en 2021 según Fundamed. Sin embargo, no todos presentan los síntomas depresivos que se ajustan al estereotipo que conocemos: una persona que se siente triste, sin ganas de nada y llora todo el tiempo.
En algunos casos, los enfermos pueden experimentar lo que se llama depresión sonriente, una depresión que, debido a sus síntomas puede ser más difícil de detectar. En este síndrome, la persona padece un claro cuadro de depresión, pero trata de ocultarlo en todo momento mostrando su mejor cara hacia el exterior con el objetivo de que nadie se percate de lo que está sufriendo. Todo parece perfecto en su vida, es una persona alegre, que vive feliz.
Es especialmente peligrosa para las personas que tienen dificultades para expresar lo que les ocurre ya que no dejan salir sus verdaderos sentimientos y, por ello, es importante conocer los síntomas para ayudar a su detección y su posible tratamiento.
Vanessa Rodríguez Pousada, profesora colaboradora del máster universitario de Psicopedagogía de la UOC (Universitat Oberta Catalunya), lo ha definido como "cuadros depresivos que cursan con la sintomatología típica asociada a dichos trastornos, pero en los cuales el sujeto diagnosticado muestra un afán de ocultamiento".
Esta "falsa actitud positiva" repercute negativamente en la recuperación de la persona, que puede hacer un bucle emocional todavía mayor. Esto hace que los problemas aumenten ya que ese dolor se oculta tras una actividad constante de simulación de alegría y bienestar y poca gente es consciente de la realidad.
¿Por qué se produce este síndrome?
"Actualmente, vivimos en una sociedad en la que ser feliz es un imperativo. Junto a esta dictadura de la felicidad ha ido acrecentándose un individualismo desde cuya óptica se tiende a minusvalorar las circunstancias personales, sociales y estructurales de un sistema decidido a convencernos de que la salud y la enfermedad están ligadas casi exclusivamente a deficiencias psicológicas personales; donde la autodeterminación y las capacidades propias son los ejes vertebradores de nuestro bienestar. Así, se presupone que estar bien o no estar bien depende exclusivamente de uno mismo", explicaba Rodríguez Pousada en la investigación de la UOC.
Incide además en que puede darse un sentimiento de culpa en caso de no ser felices, puesto que se supone que está en la mano de cada uno la responsabilidad de sentirse dichosos y plenos. La frustración aumenta al estar en tensión continua por intentar disimular la situación. "En consecuencia, la depresión representaría para estos pacientes la propia incapacidad para hacer frente a algo que deberíamos saber manejar y se revela como un significante de la propia debilidad", expone.
¿Cuáles son las causas de esta depresión?
Una de las causas que provoca esta depresión sonriente, según apunta Rodríguez Pousada, es la dictadura de la felicidad que se muestra en redes sociales. Lo que prima es enseñar continuamente la parte de éxito de nuestra vida: lo bien que estamos, lo bien que comemos, los buenos viajes que hacemos, magnificándolo todo siempre de manera considerable, por supuesto. "Las redes sociales pueden aparecer como autopistas por las que transitar bajo la ocultación del malestar. En este caso, podrían asomar como el compañero de viaje ideal de la depresión sonriente", concluye la psicóloga.
