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¿Qué es la ketamina, la sustancia que provocó la muerte de Matthew Perry?

El intérprete, conocido por su interpretación en 'Friends', ha fallecido a los 54 años en Los Ángeles.

¿Qué es la ketamina, la sustancia que provocó la muerte de Matthew Perry?

La muerte del actor Matthew Perry, a los 54 años, ha generado una gran conmoción. El intérprete de 'Friends' fue encontrado muerto en el jacuzzi de su vivienda en Los Ángeles (Estados Unidos), el pasado 28 de octubre.

El pasado viernes 15 de diciembre se publicó el informe de la autopsia que ha revelado que la muerte se produjo de forma "accidental", como consecuencia de los efectos del consumo de ketamina, que habrían derivado en un "posterior ahogamiento".

En el documento se explica que "con los altos niveles de ketamina encontrados en sus muestras de sangre 'post mortem', los principales efectos letales serían tanto la sobreestimación cardiovascular como la depresión respiratoria".

El actor padecía trastorno por consumo de sustancias (TCS), del que había hablado públicamente en sus entrevistas con los medios de comunicación. Ante su enfermedad, había recibido tratamiento médico en clínicas de rehabilitación tras experimentar una recaída en el pasado. La autopsia ha descartado cualquier rastro de alcohol, metanfetamina o cocaína en sangre. Tan solo, la presencia de ketamina, fármaco empleado en el tratamiento de casos de depresión y trastorno por ansiedad.

¿Qué es la ketamina?

La página web del Ministerio de Sanidad explica que la ketamina es un anestésico empleado actualmente con fines médicos. Sus propiedades psicodélicas se emplean en determinados tratamientos para casos graves de enfermedades como la depresión o en el control de determinados casos de adicciones.

Se trata de una sustancia que se puede encontrar como líquido, polvo, cristales, pastillas o cápsulas, que también puede encontrarse mezclada con otras sustancias, como la efedrina o cafeína; que popularmente se ha conocido como 'keta'.

Efectos

La ketamina produce, en dosis bajas, efectos similares al consumo excesivo de alcohol: pérdida de coordinación y dificultades en el habla y pensamiento, visión borrosa... En dosis más altas puede generar delirios, pseudoalucionaciones, pérdida de la noción del espacio y tiempo, así como distorsión de la realidad.

El Ministerio de Sanidad advierte sobre los riesgos que entraña su consumo, puesto que puede desencadenar cuadros de ansiedad, paranoia y paros respiratorio y cardiaco e, incluso en pequeñas dosis, generar sobredosis.

La ketamina, además, tiene gran capacidad de generar adicción. Su combinación con alcohol u otras drogas aumenta el riesgo de sufrir depresión respiratoria, episodios de síncope o paro cardíaco.

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