La escalada de tensión entre Israel y la milicia libanesa Hezbolá ha estallado en un conflicto, en el que ambas partes hablan de una "nueva fase". De este modo, Israel abre un nuevo frente al norte de su territorio que se suma a la guerra que mantiene con la milicia Hamás en Gaza.
El conflicto se inició con las explosiones en cadena de los dispositivos de comunicación de los milicianos de Hezbolá, que Israel ordenó de manera telemática en un ataque que sorprendió por su sofisticación y complejidad.
Hezbolá ha apoyado abiertamente a Palestina y ha lanzado múltiples ataques contra territorio israelí desde que comenzó el conflicto.
Una milicia chií
Hezbolá se caracteriza por ser una especie de estado dentro de un estado en el Líbano. La milicia está muy implantada entre la población local y ofrece a los habitantes todo tipo de servicios que le han llevado a lograr una gran aceptación popular.
Se trata de una organización musulmana que profesa la rama chií del islam. Un proyecto político financiado desde Irán, con quien comparten postulados, al igual que las milicias de Hamás.
Este grupo, que también se conoce como 'Partido de Dios', apareció en Líbano como una escisión del grupo armado Harakat Amal durante la guerra civil que sacudió al país. Además se caracteriza por su beligerancia contra el sionismo, siendo uno de los grupos más radicales en este aspecto dentro de la región.
En su manifiesto de 1985, Hezbolá califica a israel en su identidad sionista como "agresiva y construida en tierras arrebatadas a sus dueños, a expensas de los derechos del pueblo musulmán". "Nuestra lucha terminará solo cuando esta entidad deje de existir, no reconocemos ningún tratado con Israel ni cesará el fuego ni existirá ningún acuerdo de paz", sentencia.
Entre sus principales enemigos está, por tanto, Israel, pero también Estados Unidos. Estos dos países consideran abiertamente a la milicia como un grupo terrorista, al igual que hacen Canadá o Francia. La Unión Europea, sin embargo, diferencia entre el brazo armado del político.
El grupo tiene representación en el Parlamento y, según cifró su líder Sayyed Hassan Nasrallah, cuenta con alrededor de 100.000 soldados.