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Qué es el gas grisú: la causa de la explosión de la mina de Cerredo bajo investigación

El gas grisú se encuentra tras algunos de los peores siniestros en el ámbito de la minería en España con varios precedentes.

Qué es el gas grisú: la causa de la explosión de la mina de Cerredo bajo investigación

Redacción

31 Marzo 2025 18:29

La tragedia ha sacudido a Asturias. La explosión de la mina de Cerredo, en el municipio de Degaña, ha dejado cinco trabajadores muertos y otros cuatro heridos, tres de ellos en estado crítico. Los servicios de emergencia se han tenido que desplazar inmediatamente al lugar y han encontrado a una persona desaparecida entre los escombros que ya está en el hospital.

Las labores de rescate siguen adelante y no se descartan más personas atrapadas. Durante el accidente, además, otros dos obreros lograron salir ilesos, mientras que los equipos de rescate siguen trabajando para localizar a desaparecidos.

El caso ya está bajo investigación, para esclarecer si se cumplió con la normativa de prevención de riesgos laborales en todo momento y qué fue el detonante real de esta catástrofe. El consejero portavoz del Principado, Guillermo Peláez, ha ofrecido información sobre los hechos, siendo el primero en informar del accidente.

Qué causó el accidente en la mina de Cerredo

A pesar de que la investigación sigue en curso, los especialistas han señalado al gas grisú como la posible causa del accidente. Se trata de un gas compuesto fundamentalmente de metano combinado con otras sustancias, una de las amenazas tradicionales en minería porque puede provocar asfixia o explosiones sin previo aviso.

El gas grisú se genera junto al carbón durante su formación y se libera constantemente en las minas como pequeñas burbujas. Pero entraña un gran peligro porque es incoloro e inodoro, por lo que solo se puede detectar mediante dispositivos especializados, como los grisuómetros.

El peor riesgo ocurre cuando el gas no se disipa correctamente y se acumula en algunas zonas, formando bolsas de concentración. Si oscila entre el 5% o 15%, tan solo una chispa o una superficie muy caliente pueden desencadenar una explosión. Además, es altamente asfixiante porque desplaza rápidamente el oxígeno del entorno. Cuando se inhala en grandes cantidades puede provocar la pérdida del conocimiento en tan solo unos segundos.

El grisú es muy común en las minas de hulla, como las que se pueden encontrar en Asturias y León. Como expone la normativa actual, las minas se clasifican en función de la concentración de este gas, siendo las de cuarta categoría las más peligrosas por la posibilidad de emisiones súbitas.

Asturias ha sido escenario de varios accidentes por la acción de este gas a lo largo de su historia. En 1995, catorce mineros murieron en el pozo San Nicolás, mientras que seis trabajadores fallecieron en León en 2013, siendo este gas responsable de algunos de los siniestros más graves en la minería en España.

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