La Organización Mundial de la Salud (OMS) intensifica su trabajo en el control de futuras pandemias, aprovechando la experiencia adquirida tras la Covid-19. Con este objetivo, el organismo ha elaborado una lista de enfermedades con potencial pandémico y que, por este motivo, mantiene bajo vigilancia.
Se trata de una lista que publicó por primera vez en 2017 y que desde 2020 adquiere actualidad después de los confinamientos vividos como consecuencia de la pandemia del coronavirus. Una amenaza que se ha convertido en palpable.
La OMS vigila de cerca patologías transmitidas por vías respiratorias, vectores y por contacto directo de fluidos. Se trata en todos los casos de virus, gran parte de ellos que "saltan de hospedador", al saltar desde los animales hasta los seres humanos. La mayoría de las enfermedades todavía no cuentan con vacuna autorizada y sus tasas de mortalidad son elevadas en muchos de los casos.
Las enfermedades que vigila la OMS por su potencial pandémico
La OMS mantiene una importante lista de enfermedades con potencial pandémico. El organismo, que pide intensificar la investigación y las precauciones, describe las patologías que tienen riesgo de extenderse en el futuro si no se ponen las medidas necesarias.
Una de las más conocidas es el ébola. Se trata de una enfermedad transmitida por contacto de secreciones corporales u objetos contaminados. Tiene un cuadro de síntomas compuesto por fiebre, cansancio generalizado, dolores musculares, de cabeza y garganta, vómitos, diarrea, erupciones cutáneas y hemorragias internas y externas. Su tasa de mortalidad es del 50% pero algunos brotes se incrementan hasta el 90%. Cuenta con dos vacunas autorizadas en casos de emergencia.
Otra de las enfermedades que se incluyen en la lista es el Virus de Marburgo. Se transmite por contacto directo con fluidos y objetos. En este caso, se compone de fiebre muy alta, fuertes dolores de cabeza y musculares. Su tasa de mortalidad es del 50% y llega hasta el 88% en algunos casos. No cuenta ni con vacunas ni tratamientos.
Además, también se destaca la fiebre del Lassa, que se caracteriza por el hecho de que el 80% de los contagiados no experimenta síntomas. Los que sí, sufren un cuadro de fiebre, debilidad generalizada, dolores de cabeza, de garganta, musculares y abdominales, náuseas, vómitos, diarreas y tos. Sin vacunas, su letalidad se sitúa en el 15%.
Junto con estas patologías, la OMS también indica en su lista a la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, el síndrome respiratorio agudo grave (SARS), el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS), el virus de Nipah, la fiebre Del Valle del Rift y el virus del Zika.