El racismo es una lacra para la sociedad y en eso deberíamos estar todos de acuerdo. Sin embargo, en los últimos años estamos asistiendo a una serie de acontecimientos xenófobos en el campo de fútbol que han vuelto a poner de manifiesto la importancia de una educación libre de racismo.
El último episodio ha tenido lugar en la categoría de Tercera División. Ocurrió en la tarde del domingo 7 de abril justo cuando el colegio del partido entre el Trujillo y el Moralo, dos equipos de la provincia de Cáceres, en el último minuto del encuentro.
Durante ese tiempo, el jugador marfileño Ben Azize y el futbolista local Satu se enzarzaron tras discutir por un balón dividido. El colegiado, Botello García, amonestó a los dos jugadores con cartulina amarilla pero justo a los pocos segundos de dar por finalizado el partido, el enfrentamiento fue a más entre ambos y se produjo una fuerte tensión en la que se vieron inmersos además más jugadores de los dos equipos, produciéndose empujones, insultos y peleas dentro del terreno de juego, que provocó la intervención de la Guardia Civil.
TERCERA RFEF |
?????El final del @Trujillo_CF vs @MORALO_CP ha dejado imágenes que no nos gusta ver en un campo de fútbol
Invasión del terreno de juego y mucha tensión entre componentes de ambos equipos ???? pic.twitter.com/joM7eGguW6— Extremadura Deportes (@deportesCEX) April 7, 2024
El equipo Moralo apunta que su jugador Ben Azize recibió insultos presuntamente racistas del futbolista local, aunque el colegiado no reflejó estos hechos en el acta del partido ya que asegura que ningún componte del equipo arbitral logró escuchar los insultos de "puto negro vete a tu país" en ningún momento.
Ambos equipos han dado su versión de los hechos
El presidente del Moralo, Horacio López ha expresado: "Presuntamente ha habido un jugador del Trujillo que ha insultado a un jugador de nuestro equipo con expresiones racistas, que es por lo que viene toda la tangana final, que es lo que me ha contado mi jugador, que estaba llorando después del partido".
Por su parte, el entrenador del Trujillo condenó que se haya producido una situación de "violencia incontrolable, que lo único que hace es llevarte un mal sabor de boca porque son cosas que no deberían de darse en este deporte". El Trujillo se centra en al acta arbitral, que no refleja esos presuntos insultos racistas por los que saltó el jugador marfileño.
Existiesen o no los insultos, está más que claro que hay que hacer algo a respecto ya que el fútbol debería ser un deporte de entretenimiento y no perder la esencia de compañerismo en el juego.