Una serie de conversaciones secretas, fechadas a finales de mayo, revelan que un funcionario de la embajada rusa preguntó al emisario del líder de la formación ultraderechista Liga, Matteo Salvini, si estaría dispuesto a dimitir de su partido, que formaba entonces parte de la coalición de gobierno liderada por Mario Draghi, un movimiento que facilitaría la caída del entonces presidente.
El mandatario italiano, proclive al envío de armamento a Ucrania y aliado del eje francoalemán (Macron y Scholz), finalmente ha abandonado su cargo, dejando un adelanto electoral en el que todas las encuestas prevén como próxima ganadora a la candidata de extrema derecha Giorgia Meloni.
Las conversaciones de Salvini con la embajada rusa han sido publicadas por el diario italiano La Stampa. Salvini niega cualquier colaboración, pero el escándalo ha generado una fuerte conmoción en Italia por la importante trascendencia.
"Tonterías"
Salvini ha asegurado que Rusia no está detrás de la crisis institucional que ha vivido Italia durante las últimas semanas. Además, ha asegurado que las sospechas contra Moscú son "tonterías" y ha recalcado que Italia "está con la OTAN, pero también busca buenas relaciones con Putin". "Es el sentido común el que prima", ha defendido.
"Esto no son más que tonterías. He trabajado por la paz y contra la guerra, que está provocando muertes y problemas económicos para todo el mundo", ha declarado Matteo Salvini en declaraciones a la emisora Radio24.
Además, ha despejado dudas sobre los supuestos contactos entre uno de sus asesores, Antonio Capuano y varios altos cargos rusos, con los que se habría reunido a finales de mayo en la Embajada de Rusia para hablar con el Gobierno de Draghi.
"La política internacional es independiente de los gobiernos", ha asegurado. "Somos pro-europeos y atlantistas, pero esto no significa que no podamos tener buenas relaciones con Putin. La guerra acabará antes o después y los que se han equivocado pagarán", ha proseguido.
Salvini también ha insistido en que es un "aliado fiable para los italianos, así como para la líder del partido Hermanos de Italia, Giorgia Meloni, y el presidente del partido Forza Italia, Silvio Berlusconi, con quienes ha llegado a un acuerdo de cara a las próximas elecciones, previstas para el 25 de septiembre". Y ha continuado expresando: "Es el presidente del país el que entrega el mandato, la Constitución lo dice, y los eu los italianos deciden es sagrado".
Sus palabras se producen después de que el propio Draghi haya incido en la necesidad de "tomar medidas para combatir la injerencia de Rusia y otras autocracias en las políticas internas y la sociedad italiana". "Italia es un país libre y democrático, por lo que tenemos que responder ante aquellos que quieren seducirnos con un modelo autoritario para poder reforzar los valores europeos", señaló entonces, en un comentario que fue rechazado por el Gobierno ruso.
