La sexualidad femenina estaba en un segundo plano hasta hace no muchos años. Era un tema tabú en la sociedad y era impensable hablar con total libertad de ello. Ahora, gracias a que esto ha cambiado, escuchamos maravillas del satisfayer, del clítoris y del punto G. Pero hay otra gran zona desconocida que los expertos recomiendan localizar y estimular para hacer del sexo una experiencia mejorada: el punto A.
Sí, el punto A existe. No es un mito, como algunas personas piensan con el punto G. Muchas mujeres (y sus parejas) no tienen claro si no existe o simplemente el problema es que no son capaces de encontrarlo.
Su nombre es AFE (Anterior Fornix Erotic Zone) y está localizado a unos 7,5 cm de la entrada de la vagina, justo encima del famoso punto G y próximo a la uretra y al cérvix del útero. Como aclara la sexóloga Irene Aterido en El País para hablar del punto G: "No es ningún punto anatómico somático concreto con unas coordenadas exactas. No es un órgano, sino un área de tejidos de la vagina y fascias (una zona de músculo) cercanas a la uretra".
Según explican los expertos, si se estimula correctamente, el A es uno de los puntos clave para que la lubricación vaginal sea abundante. Pero puede que a ti o a tu pareja no os guste esta estimulación por lo que es importante mantener una buena comunicación y, en todo momento, sentirse a gusto en la relación.
¿Cómo estimular el punto A?
Los expertos indican que estimular el punto A puede resultar más fácil que el G gracias a varias posturas que permiten acceder a él con comodidad. Si hablamos de penetración, con la mujer a cuatro patas y su pareja detrás, es una de las mejores para alcanzar el punto A, según explica la sexóloga Zoraida Granados en dicho artículo de El País.
Y es que esta postura permite una gran profundidad en la penetración y, al contrario de lo que cuentan determinadas falsas creencias, "la barrera" con la que se topa el pene en esta posición no es el útero, sino este famoso punto A.
Otra buena postura para empezar sin penetración es con la mujer tumbada boca abajo y su pareja detrás ya que los dedos de la otra persona gozarán de mayor movilidad; otra postura que la experta defiende es con la mujer sentada en el borde de la cama y su pareja arrodillada.
