Carles Puigdemont no tiene la intención de regresar a España para ser investido como president de la Generalitat. El líder de Junts per Catalunya está estudiando fórmulas para dirigir el gobierno autonómico desde Bruselas a través de una suerte de cargo simbólico.
El expresident no quiere ser detenido en cuanto llegue al aeropuerto, pero su decisión no ha sido del agrado de ERC, que ha valorado esta posibilidad como "inviable y mágica", según una fuente a la que ha tenido acceso El Confidencial.
Por todo ello, los republicanos apuestan por investir a Oriol Junqueras como líder de la Generalitat, aunque el exmano derecha de Puigdemont debería presidir el gobierno desde la prisión. La formación no se plantea elegir un candidato alternativo.
Sin embargo, Puigdemont tiene la intención de contar con Elsa Artadi, persona de su máxima confianza. Hay que tener en cuenta que tanto él como los cuatro exconsellers fugados deberían dimitir de su cargo para garantizar la investidura de un presidente independentista, ya que pueden ser investidos pero no participar en ninguna votación.
Según el PDeCAT, también se ha barajado la posibilidad de cambiar la normativa del Parlamento para que pueda votar una investidura, aunque se teme brindar una imagen similar a la del pleno de la DUI o de la ley de transitoriedad.
En el caso de que regresaran a España, serían detenidos y no contarían con niguna opción de disfrutar de permisos ni libertad condicional, al menos, a corto plazo. Sin embargo, existe el precedente en el País Vasco a la hora de asistir a los plenos para participar en una votación. Esta opción permitiría a Puigdemont participar de la vida política activamente, pero desde la cárcel.
Investidura de Arrimadas
La líder de Ciutadans, Inés Arrimadas, no cuenta actualmente con los apoyos suficientes a pesar de haber ganado las elecciones. Por ello, descarta liderar una ronda de acuerdos para alcanzar la presidencia del gobierno autonómico.
Sin embargo, el PP está presionando para que la formación naranja aproveche este vacío e intentar, al menos, brindar la imagen de trabajo para formar un gobierno constitucionalista. "No debería tirar la toalla", aseguró Rafa Hernando este martes 26 de diciembre en el Congreso de los Diputados.
El PP vive con desagrado su mal resultado durante el 21-D, con el que ha terminado con tres escaños y sin la posibilidad de formar grupo propio. Por ello, intentarán forzar Arrimadas, aunque ella descarta seguir sus consejos para evitar el desgaste ante el PP.
Incertidumbre
Esta situación de incertidumbre se ve agravada por las diferencias entre las formaciones independentistas (la CUP, por ejemplo, apuesta por seguir con la vía unilateral), y la debilidad de las formaciones constitucionalistas.
Los partidarios de que Cataluña continúe dentro de España han ganado en votos, pero no en escaños, a cuenta de la Ley D'Hont que tanto ha beneficiado a PP y PSOE a la hora de formar gobiernos estables.
Si la investidura se demora, se corre el peligro de una repetición de elecciones, una situación que ninguna formación política tiene intención de provocar. En mitad de esta incertidumbre, se plantea que las formaciones secesionistas apuesten por agotar los plazos e investir a un president a última hora.
