Carles Puigdemont huyó a Bruselas (Bélgica) el pasado 29 de octubre para evitar ser extraditado y sigue allí desde entonces. Se fue con un equipo de consejeros catalanes por si necesitaba ayuda y para darles las gracias no les hospedó en un hotel, sino que decidió alquilar una mansión en la localidad de Waterloo, lugar en donde Napoleón Bonaparte perdió su última batalla y dio por perdido su imperio.
El hogar de Puigdemont cuenta con 550 metros cuadrados y está formado por seis habitaciones, tres cuartos de baño, una cocina, un garaje en el que cabrían cuatro coches y un hermoso jardín que da cabida a una sauna. Según los medios belgas, el expresident de la Generalitat pagaría por esta vivienda de lujo unos 4.440 euros al mes y que se airease su acomodada vida mientras huye de la justicia española, no le ha sentado nada bien.
Así que el político catalán ha decidido borrar la imagen que recoge google maps de su mansión para que nadie más sepa cómo vive. Si queréis comprobarlo poned en el buscador la calle 40 Avenue de l'Avocat y os cercioraréis de que ahora la casa está borrosa y no se puede apreciar nada de la mansión. Que alguien conocido borre su vivienda de la aplicación es algo muy común, así evitarían problemas como acosos de fans o robos, para ello se ponen en contacto con el equipo técnico de la aplicación. Sin embargo, para que la gente de a pie podamos hacerlo debemos rellenar un formulario que aparece en la opción 'Street View' dentro de la propia herramienta.
La renuncia de Puigdemont
La renuncia del expresident de la Generalitat, Carles Puigdemont, a repetir como candidato al Govern, supone todo un vuelco en el desarrollo del procés durante los últimos meses.
En la decisión del líder de JuntsxCAT ha influido especialmente las diferencias en torno a la hoja de ruta con los republicanos y con el propio PDeCAT. La coordinadora general de los demócratas, Marta Pascal, ya reclamó un día antes la necesidad de contar con un Gobierno "dentro de la legalidad".
La soledad de Puigdemont en su mansión de Waterloo le ha dejado en una posición debilitada. Aislado, tan sólo cuenta con el apoyo de los cuatro exconsellers que se fugaron en su compañía (aunque hay dudas de una posible traición de Comín cuando las cámaras grabaron sus mensajes privados). En España, tan solo cuenta con Elsa Artadi como figura destacable, su mano derecha y la persona que cuenta con mayores posibilidades de convertirse en la primera presidenta de la Generalitat.