El aumento de contagios de coronavirus, especialmente motivados por la relajación de las restricciones y la bajada de temperaturas, que lleva a convivir con mayor frecuencia en interiores, ha levantado las alarmas de las autoridades, que estudian imponer nuevas restricciones.
Ahora, con la existencia de una inmunización frente a la Covid-19, preocupa especialmente la llamada 'pandemia de los no vacunados'. Por el momento, País Vasco planean imponer el 'Pasaporte Covid' para el acceso a la hostelería y el ocio nocturno, siendo la primera autonomía en volver a aumentar sus restricciones tras eliminarlas prácticamente por completo. Por su parte, estas limitaciones aumentan en varios países europeos.
Austria ha sido tajante en este sentido. Ha aplicado el confinamiento parcial de aquellos que no han recibido la vacuna, de forma que solo podrán salir de sus viviendas para realizar la compra, dar un pequeño paseo o acudir a su puesto de trabajo.
Con esta situación, surge la duda sobre la posibilidad de que esta medida se pueda importar a España. ¿Permitiría nuestra legislación confinar a los reticentes a administrarse una dosis? Lo cierto es que, a mayor tasa de vacunación, mayores posibilidades de salir de la pandemia y evitar saturación en las UCIs y, sobre todo, muertes. Pero en nuestro marco legislativo, prevalece en este caso el interés general o las libertades individuales.
La medida, a debate
En este sentido, el vicepresidente segundo y consejero de Sanidad de la Junta de Extremadura, José María Vergeles, señala que, en estos momentos, sería "difícil" ordenar el confinamiento de la población no vacunada porque incide en que actualmente no hay "ningún paraguas legal" para la adopción de esta medida.
En este sentido, ha recordado que "ahora mismo", el mecanismo legal que hay para tomar esta serie de decisiones "se basa en recomendaciones" y cree que, a su juicio, "es bueno hacer una llamada a la responsabilidad", a la vez que ha agradecido a la sociedad española que haya sido "tan receptiva" a la administración de vacunas, a la vez que ha añadido que esta situación "también tiene que ver con las características que tiene el sistema nacional de salud".
Esta es la opinión mayoritaria entre las Administraciones, que incluso recalcan que el estado de alarma impediría adoptar una medida de estas características. Por ello, se llama a la responsabilidad de los ciudadanos a la hora de acceder a la vacuna.
En España todavía queda un 9,4% de ciudadanos, alrededor de cuatro millones de personas, que no han recibido ninguna dosis y se encuentran dentro de la denominada 'población diana', los mayores de 12 años. Melilla, Baleares y Canarias son los territorios que mantienen mayores porcentajes de población sin recibir la vacuna.
Todo ello se suma a la tendencia al alza que mantiene la incidencia acumulada de coronavirus. Una circunstancia que se une al aumento del baremo marcado por el Ministerio de Sanidad para considerar el riesgo bajo, que pasa de 50 a 100 casos por cada 100.000 habitantes, según la última reforma del 'Semáforo Covid'.
Mientras estas medidas se barajan, Austria ya ha puesto en cuarentena a 2 millones de personas sin vacuna para intentar atajar la expansión del coronavirus. La restricción aplicada en este país se mantendrá, en principio, hasta el 24 de noviembre.
"No tomamos esta medida a la ligera, sabemos que es necesaria", ha justificado el canciller austriaco, Alexander Schallenberg. Con ello, los no vacunados tan solo podrán salir de sus viviendas para salir a trabajar, comprar alimentos o dar un pequeño paseo.