La prestigiosa revista Traveler, una de las más importantes de su género y con 25 National Magazine Awards a sus espaldas, decide este año, a través de sus lectores, cuáles es el mejor pueblo de España para realizar turismo rural.
La publicación realiza una votación que se mantendrá hasta el próximo 14 de mayo, cuyos resultados se conocerán el día 18 y donde ya hay una preselección de 10 pueblos candidatos a erigirse como Capital Española del Turismo Rural en 2021. ¿Quieres conocer cuáles son? Atento:
1 Cuacos de Yuste (Cáceres)
Cuacos de Yuste es la capital administrativa de la hermosa comarca de La Vera. Aquí podemos descubrir la floración de los cerezos y los chapuzones veraniegos en el río Jerte. Entre el famoso monasterio de Yuste y la localidad de Cuacos, por ejemplo, tenemos el cementerio de los alemanes, lugar donde el gobierno teutón decidió juntar los cuerpos de los diferentes soldados que había fallecido fortuitamente en territorio español, así como aquellos cadáveres arrastrados hasta su costa.
Todo este lugar tiene especial relevancia por un motivo especial: estas tierras son cercanas al lugar en el que perdió la vida el rey Carlos V.
2 Aia (Guipúzcoa)
Con pequeña salida al mar, este pueblo está situado en el Parque Natural de Pagoeta y los montes Hernio y Hernio-Txiki. En su corazón se encuentra la cueva de Altxerri (Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 2008, dentro del sitio Cueva de Altamira y arte rupestre paleolítico del Norte de España).
Hacia el mar, destacan las marismas y humedales del estuario del río Oria. Una biodiversidad que destaca junto a su arquitectura barroca, con emitas y, además, una cocina que sorprenderá al visitante y no le dejará nunca indiferente.
3 Chelva (Valencia)
Situada en la comarca de Los Serranos, mezcla legado árabe, judío y cristiano, que han dejado su impronta en arquitecturas y trazados urbanos. Así se puede comprobar, por ejemplo, en el pintoresco laberinto del barrio de Benacacira, la iglesia de los Ángeles del siglo XVII o El Barrio judío de Azoque.
La ruta del agua, que destaca durante la primavera, permitirá visitar el caso antiguo hasta las afueras, para luego disfrutar los senderos donde la historia, geología y la naturaleza son los protagonistas indudables en todo momentos.
4 Daroca (Zaragoza)
Daroca destaca por su carácter medieval y su órgano, un instrumento único en su especie. Hablamos del órgano de la Basílica de Santa María de los Corporales de Daroca, construido en el siglo XV. La caja gótica tiene más de 500 años, ya que existe documentación que avala su existencia desde antes de 1460.
Quien haga un alto en el camino para escucharlo, debe saber que que tal costumbre tuvieron los reyes Felipe IV y Carlos II para oír tocar al organista local, Pablo Bruna. Ahora es Miguel, de 13 años, quien da vida a este órgano.
5 La Baronia de Rialb (Lleida)
Esta localidad ha sabido anteponerse a los problemas de la España Vaciada. Sus viviendas abandonadas se han convertido en casas rurales y masías, junto a monumentos que rebosan historia. Destacan el Monasterio de Santa Maria de Gualter, destruida durante la Guerra Civil; o el dolmen de Sòls de Riu.
El lugar fue un escondite para los republicanos que huían hacia Andorra y Francia durante la Guerra y tras ella, ya que estaba en la ruta y sus montañas permitían guarecerse de cualquier enemigo que pudiera encontrarlos.
6 Olivera (Cádiz)
Destacan de este hermoso pueblo blanco dos grandes monumentos que completan la escena: por un lado, su imponente castillo del siglo XII, que gobierna desde lo más alto; por otro, el Santuario de Nuestra Señora de los Remedios.
Olvera además, ofrece un paseo agradable por El Barrio de la Villa y, recuerda la publicación, "el Cádiz que más nos gusta en el bar de Juanito Gómez".
7 Ortigueira (A Coruña)
Ortigueira destaca por tener uno de los humedales más importares de Galicia, recogido en el convenio internacional Ramsar, donde decenas de especies migratorias tienen su hábitat y pueden visitarse.
Además, su paisaje oceánico nos remite a la costa irlandesa, con toques verdes y azules siempre intensos. Además, conviene visitar los acantilados del Lioba. Allí se puede obtener unas vistas auténticamente increíbles.
8 Sepúlveda (Segovia)
Sepúlveda, en Segovia, repite en la lista, ya que fue nominado en el año 20281. Su gastronomía encandila, sobre todo, su lechazo. También su encanto. El pueblo aparece durante el reinado de Alfonso III y fue durante el reinado de los Reyes Católicos donde alcanzó su cenit, forjando el patrimonio que hoy podemos disfrutar.
La antigua cárcel, del siglo XVI, está repleta de secretos. Destaca también la hermosa Plaza Mayor, los restos de la muralla de la ciudad, y las balconadas; así como la iglesia de El Salvador, que presenta uno de los románicos más antiguos. Las puertas que motean la ciudad, como la Del Río o el Azogue o la proximidad del Parque Natural de las Hoces del Río Duraron son otros de sus atractivos.
9 Taramundi (Asturias)
Taramundi es un lugar para disfrutar del encanto de la naturaleza y la arquitectura que se abraza a ella: la pizarra, la madera, junto a la madera, los helechos, el frescor de los helechos, los bosques... el norte.
Destaca el conjunto etnográfico de Teixois, un diminuto poblado hecho de pizarra y recuperado hace 28 años. Una maqueta de la Astruiras de hace siete siglos con molino, central eléctrica, mazo, fragua y un hórreo (alacena asturiana). La ferocidad de la orografía de la región protegió y aisló a sus pueblos durante años.
La necesidad de autoabastecerse agudizó el ingenio. La visita permite entender Asturias y su realidad. Aquí se encuentra La Rectoral, el primer hotel rural de España. Durante casi 30 años ha hecho suya la esencia de este tipo de turismo, con salones rústicos, biblioteca con chimenea y vistas de postal.
10 Yeste (Albacete)
Esta pequeña localidad esconde muchos tesoros históricos de la Orden de Santiago, que dejó aquí como legado. La villa de Yeste fue conquistada por los cristianos en el año 1242, lo que permitió que su castillo de origen árabe y uno de sus mayores reclamos turístico fuera remodelado con el paso de los años, permitiendo un estado de conservación envidiable.
Desde lo alto del castillo, la vista de la Sierra del Segura no tiene precio. Yeste regala, además, la Iglesia de la Asunción, declarada Bien de Interés Cultural en 1983 y que ostenta un portón renacentista espectacular. En el interior, hay una imagen de la Dolorosa realizada por Salzillo y lienzos de Pedro Orrente. Destaca también la visita al claustro del siglo XVIII del convento de los franciscanos, para los que además de arte quieren conocer pequeñas grandes historias sobre los monjes que allí vivieron hace siglos.