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Un pueblo de Sevilla dispara y quema a Trump en su tradicional 'Judas' de Resurrección

El expresidente de EE. UU. ha sido el personaje elegido este año por la localidad sevillana en una costumbre centenaria marcada por la polémica.

Un pueblo de Sevilla dispara y quema a Trump en su tradicional 'Judas' de Resurrección

Cada Domingo de Resurrección, el pequeño municipio sevillano de Coripe revive una tradición centenaria tan singular como controvertida: fusilar y quemar a un personaje público cuya conducta haya sido juzgada negativamente por los vecinos durante el último año.

Este 2025, el elegido ha sido Donald Trump, representado por un muñeco de pelo rubio, traje oscuro y corbata roja que fue colgado, tiroteado y posteriormente incendiado en la plaza del pueblo.

La costumbre, que tiene como protagonista a una figura conocida como el 'Judas', busca simbolizar el castigo social a quienes personifican "acciones reprobables". En este caso, el expresidente de Estados Unidos ha sido considerado merecedor del linchamiento simbólico, aunque la identidad del personaje no se revela hasta el momento del acto.

Trabajo colectivo de los vecinos

La figura de Trump fue confeccionada por las madres de los alumnos de segundo de ESO del CEIP Iripo, el colegio público de la localidad. Tal y como manda la tradición, solo tres personas conocen de antemano la identidad del Judas, que se mantiene en secreto hasta su exhibición.

Calle de Coripe (Sevilla)
Calle de Coripe (Sevilla) Ayuntamiento de Coripe

A pesar del arraigo de la celebración, la quema del Judas de Coripe arrastra polémicas año tras año. En 2018, el personaje fue Ana Julia Quezada, asesina confesa del niño Gabriel Cruz, lo que desató críticas del Movimiento contra la Intolerancia y la presentación de una denuncia, posteriormente archivada. En 2019, el linchado fue el expresidente catalán Carles Puigdemont, generando un nuevo revuelo político.

El año pasado, el Judas fue Koldo García, asesor del exministro José Luis Ábalos, en medio de la investigación por presunta corrupción durante la compra de mascarillas en pandemia. Ahora, con Trump como nuevo protagonista del escarnio, Coripe vuelve a situarse en el foco de atención con una tradición que mezcla folklore, crítica social y controversia en partes iguales.

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