Se trata de uno de los países nórdicos del que mayor ejemplo toma todo el mundo. Finlandia es, sin duda, uno de los países modelo del planeta y es que su sobresaliente y cuidado sistema educativo, así como las medidas sociales de las que goza su población, hacen de esta nación una de las más observadas en todo el mundo.
De la misma manera que tratan de evitar el acoso escolar, gracias al método KiVA, abrazan a refugiados o logran posicionarse como el país más feliz de los cinco continentes, han conseguido volver a impresionar a todo el mundo después de que la BBC sacara a la luz que Lestijärvi, una pequeña localidad ubicada en la región de Ostrobothnia Central, en el centro de Finlandia, paga a cada habitante que tenga un hijo dentro de los límites geográficos del pueblo.
El censo actual ronda los 700 habitantes y desde 2011, ninguno de ellos volvió a tener hijos. Algo muy frecuente en Finlandia, cuya población no supera los cinco millones y medio de habitantes, siendo uno de los países más grandes del viejo continente. Es un dato alarmante, pues por cada kilómetro cuadrado, la densidad de población se sitúa en 1.52 habitantes.
Para frenar este fenómeno de despoblación y que la ciudad no pierda progresivamente habitantes, protagonistas de un creciente éxodo rural en los últimos años, han hecho lo que otros municipios de Finlandia: entregar, en concepto económico, una retribución a cada familia que decida tener hijos.
En el caso de Lestijärvi, por cada hijo se podrán recibir 10.000 euros en un periodo de 10 años, es decir, 1.000 euros cada 365 días. De esta manera, la municipalidad que dirige esta localidad ubicada en la provincia de Finlandia Occidental tratará de poner freno al gran problema que enfrentaban con la baja tasa de natalidad, que desde hace años se había quedado estancada y había entrado en declive.
"Siempre habíamos prestado atención a cuántos bebés nacían el año siguiente, pero cuando nos dimos cuenta de que en realidad solo iba a nacer un bebé, reflexionamos sobre la situación y nos preguntamos qué podíamos hacer", explica Paula Jokela, profesora de un centro escolar del pueblo. La solución fue tan sorprendente como esperanzadora: pagar a aquellos que decidieran convertirse en padres.
Premio por diez a la lealtad al pueblo
Con el paso del tiempo, se ha comprobado que la medida ha funcionado, pues la natalidad ha crecido ligeramente desde su implantación. Lestijärvi ha dado la bienvenida a unos 60 niños desde entonces, un número que duplica el conseguido en los años anteriores a la puesta en vigor de este precepto.
Su alcalde, Esko Ahonen sostiene que "si la familia se va de Lestijärvi, aunque sea solo de manera temporal, dejan de recibir ayuda". Todo aquel que quiera recibir los 10.000 euros íntegros, tendrá que permanecer empadronado en el pueblo durante los 10 primeros años de edad de su hijo o hija. "Aunque luego regresen, tampoco pueden volver a ser beneficiarios. La ayuda es solo para las familias que se quedan y viven aquí".
El estipendio tiene su precio y es que no vale abandonar. Otras ciudades como Miehikkälä también implantaron la misma medida dentro de sus fronteras. Esta localidad de la provincia de Finlandia Meridional cuenta en sus frías calles con 2.000 personas censadas y contaban con el mismo problema hasta hace bien poco.